Algunos artesanos que presentaron su producción durante la reciente visita del crucero National Geographic expusieron su desilusión por la falta de interés de los visitantes en los productos que ofrecían. Seguramente ello llevará a replantear cuáles son los intereses y las preferencias de quiénes nos visitan y adaptarse a esos requerimientos. Mientras tanto, con un toque de humor, Don Segundo Luz relató así su experiencia...
Anduve unos cuantos meses
durmiendo debajo´un cuero
por esos campos que quiero
pero llamó mi patrona
que volviera por la zona
porque venía un crucero.
Yo pasé un año difícil
sin trabajo, le confieso
era puro piel y hueso
y me dijo mi mujer
seguro vamo a vender
para ganar algún peso.
Yo preparé unos muñecos
con los colores de Boca
tallados en una roca
y otros de Ríver también
pintaditos, todo bien
y el precio, una bicoca.
Me traje de Comodoro
unas bombillas de plata
unos dulces de batata
y en medio de mi delirio
unas fotos de la Cirio...
la vieja casi me mata.
Ella preparó unos cuadros
de la Difunta Correa
con el fondo de una aldea
y unas hojas de papel
con la cara de Gardel
y un hermoso marco, vea.
Preparamos banderines
pa´adornar la bicicleta
una hortensia en su maceta
con un cartel colorado
«rdo. de Puerto Deseado»
y una torta de Violetta...
Y en el apuro señores
inclusive me llevé
dos latitas de paté
unos cuentos de Corona
un enganchao de la Mona
y un long play de chamamé.
Y allí nos juimos pal puerto
en el auto de un taxista
disculpe que le insista
pero todo era exquisito
pa juntar algún pesito
que nos dejara el turista.
Juimos con Moni, mi hija
la más linda, la más güena
todo un encanto la nena
y en busca de un forastero
de buen pasar, compañero
y que le borre las penas.
Bajaron como un malón
y hablando todo en inglés
y aunque mostraba la Inés
alfajores y masitas
ni miraban las visitas
sólo apuraban los pies.
Me acerqué para mostrarles
y «no money» me dijeron
«no money» luego insistieron
y allí le dije a la madre
mi vergüenza como padre
si ni a la Mony quisieron.
«No Mony» decían los gringos
al ofrecerles un mate
un chorizo un chocolate
una crema para el sol
«diabetics, colesterrol»
todo esto es un disparate.
Pobre Mony, tan solita
esperando los cruceros
nosotros sumando ceros
nos quedó todo de clavo
no gastaron ni un centavo
los turistas gasoleros.
Don Segundo Luz
-con la colaboración de Mario dos Santos Lopes-
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