EL ORDEN DIGITAL

martes, 11 de mayo de 2010

Jovenes en peligro jugando en aguas de la ria

Locuras juveniles, la falta de consejo...
Adolescentes juegan con el peligro en la ría Deseado


Desde hace varios años, pero con especial intensidad en la temporada de verano, las autoridades de la Prefectura Puerto Deseado insisten con numerosas recomendaciones a fin de evitar accidentes graves. Las notables profundidades de la ría y las fuertes corrientes que se registran en todo su curso generan condiciones de peligro que muchas veces parecen exageradas. Lamentablemente, las actitudes imprudentes, por audacia o por desconocimiento, han generado muertes que podrían haberse evitado y situaciones de zozobra en las que casi se llega a la tragedia.
Todavía resuenan los ecos de una tragedia ocurrida hace casi veinte años, cuando, en una excursión escolar una niña cayó al agua en la zona conocida como Punta Cascajo; al intentar socorrerla su maestra -quien era, a la vez, tía de la menor- ambas fueron arrastradas y perdieron la vida.

En el agua fría
La semana pasada, pese a las temperaturas reinantes en esta época del año, un grupo de siete menores fue sorprendido cuando se ponían en riesgo en el sector donde se encuentra un pontón en el que amarran embarcaciones destinadas al turismo. La zona está vedada para los bañistas durante todo el año, incluso en verano.
El jefe de la Prefectura local, Víctor Hugo Burquet, descubrió al grupo juvenil cuando se encontraba paseando por la zona, cercana al Club Náutico Capitán Oneto. "Vi a un grupo de menores sobre el muelle y una chica, que no tenía más de quince años, se encontraba bañándose", relató, señalando que "habría unos doce grados en el ambiente y la temperatura del agua debería rondar en los seis o siete grados".

Falta de respeto
Ante la situación observada, se presentó personal de la dependencia que estaba de guardia, para aconsejar a los menores y evitar que pudieran dañarse. "Muy lejos de acatar nuestras recomendaciones, los chicos, cuyas edades e identidades no pudimos determinar, nos enfrentaron, no aceptaron que es una zona donde no pueden bañarse", señaló, describiendo el lugar como "una zona de aguas profundas, cerca de la escollera, donde fácilmente hay ocho o nueve metros de profundidad, una zona empinada de piedras con declive hacia el fondo, por lo que es muy fácil caerse".
Los hombres de Prefectura observaron que algunos de los jóvenes portaban cuadernos y guardapolvos, por lo que presumiblemente habían salido de alguna escuela. El hecho se produjo entre las cuatro y las cinco de la tarde.

Prevención
Burquet recomendó a los padres "saber dónde están los chicos y qué hacen", insistiendo en la prevención, observando que "entre la temperatura corporal de las personas y la temperatura del agua, puede producirse un shock, un paro cardíaco, un calambre", lo que podría llevar a "lamentar la pérdida de una vida humana".
En este contexto lamentó la actitud displicente de los menores, que cuestionaron las medidas prohibitivas sobre las zonas de peligro y "cómo se ha perdido el respeto a los superiores y hasta al uniforme". "Cualquiera puede hacer lo que quiera, pero nos duele que frente a nuestra intención de prevenir, sucedan acontecimientos como estos, en los que podríamos haber convocado al patrullero", dijo, señalando que "no nos quedamos tranquilos, porque se fueron, pero al cabo de una hora volvieron al lugar". "En la época estival tenemos custodia de Prefectura, pero en este momento del año no", recordó el prefecto Burquet.

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