"Hay que prepararse muy bien para ocupar cargos y no dejar espacios vacíos"
Reflexiones de Juan Carlos Romanín desde Puerto Deseado
El obispo diocesano se movió intensamente durante una semana de estadía en Deseado. En una entrevista radial habló de los problemas sociales en la zona norte, de su relación con el gobierno de Santa Cruz y Tierra del Fuego, y del compromiso social y político de los creyentes. "Queremos un clima de paz y justicia social", sostuvo, al reconocer diferencias de la jerarquía católica con el gobierno nacional.
Trabajando por los jóvenes
Durante más de una semana permaneció en Puerto Deseado el obispo diocesano, Juan Carlos Romanín. Entre otras actividades, compartió un asado con los integrantes del equipo de la Capilla Don Bosco, perteneciente a la congregación salesiana. Allí trabaja desde hace más de cuatro décadas Matilde López de Blanco, de noventa años de edad, quien fuera recientemente destacada como ejemplo por el gobernador Daniel Peralta por esta tarea de promoción social con hondo contenido cristiano.
"Me han hecho una propuesta hermosísima, y la hemos aceptado, es una propuesta superadora a los problemas de espacio que tiene la Capilla Don Bosco", comentó el prelado, agregando que esta propuesta incluye canchas de futbol, instalaciones y un quincho que se va a construir, como un espacio de contención "destinado especialmente a niños y jóvenes". "Ojalá este sueño se haga realidad pronto, porque va a ser muy positivo, y porque ellos ya están trabajando en eso", destacó Romanín.
Inseguridad laboral y falta de vivienda
Entrevistado por medios locales, el obispo reflexionó sobre la situación social que se vive en nuestra provincia, recordando que ha realizado últimamente visitas a Caleta Olivia, Perito Moreno, Los Antiguos y Pico Truncado. "Toda esa zona es la puerta de entrada de toda esta movilidad humana que vive nuestra provincia y también Tierra del Fuego", manifestó, señalando que entre las demandas que ha percibido en sus charlas y reuniones "lo primero es la inseguridad laboral... hay mucha gente desocupada, sobre todo en el norte". "Estas inseguridades laborales -sostuvo- significan que no sabemos cómo van a continuar las cosas".
Otro de los puntos que remarcó es "la falta de vivienda". "Es mucha la gente que llega y no hay viviendas adecuadas como para poder recibir a tanta gente, y esto se sufre mucho en lugares como Río Gallegos, donde hay asentamientos, como también en Ushuaia y Río Grande", planteó.
Romanín también observó "situaciones en el mundo de la salud, conflictos laborales en los hospitales, y algunos hospitales desbordados, por ejemplo en la zona de San Julián, donde todavía no tienen la capacidad como para recibir a la gente que necesita diálisis, por ejemplo".
Desafío político para los cristianos
Consultado por FM Desiré sobre la modalidad de compromiso con la realidad que deben tener los cristianos, el obispo manifestó estar "convencido de que necesitamos una iglesia con un fuerte compromiso social". "No se pueden dejar espacios vacíos, todas las oportunidades que podamos tener a la mano las tenemos que enfrentar", subrayó.
"El desafío no es fácil... el mundo de la política no es sencillo", declaró, acotando que "es la realidad que nos gobierna, que nos anima, que nos lleva adelante". "Hay gente que va sembrando las semillas del reino de Dios, y lo hace a través de su ministerio, y para eso hay que estar muy atentos, muy preparados", advirtió.
Romanín consideró que "una de las realidades primeras es prepararse muy bien para ocupar cargos, sobre todo de animación y de gobierno", añadiendo que "desde el punto de vista nuestro, de la fe, hay que prepararse con la Doctrina Social de la Iglesia, que es muy rica en ese sentido y muy iluminadora de nuestra realidad".
En este sentido enfatizó que "hay que tener miradas nuevas sobre este tiempo que nos toca vivir", planteando que "a veces a problemas nuevos les estamos dando respuestas viejas, por lo que creo que en esto tenemos que ponernos al día y tratar de tener una mirada diferente".
Diferencias y coincidencias con el gobierno
Durante la charla, Romanín no esquivó la pregunta sobre las diferencias que periódicamente se hacen públicas entre la jerarquía católica y el gobierno nacional, y los paralelismos que podrían darse en Santa Cruz, afirmando que "a nivel provincial, tanto en Santa Cruz como en Tierra del Fuego, tengo una relación excelente tanto con Fabiana Ríos como con Daniel Peralta". "En estas recorridas que hago, la gente se acerca y me plantea reclamos, conflictos, y yo enseguida cuando vuelvo pido una audiencia, el gobernador enseguida me recibe y conversamos muy bien, tal como me sucede también en Tierra del Fuego", explicó.
Destacó, en este contexto, que "hay un vínculo de trabajo en común". "Yo creo que los problemas son de todos, y nadie es culpable de nada... algunos sí, somos culpables y nos hacemos cargo de la cosa, y algunos se tendrían que hacer cargo de las cosas", sostuvo enfáticamente, para agregar que "es bueno que el obispado y el gobierno miremos juntos para buscar las soluciones y no echarnos culpas".
En cuanto al ámbito nacional, monseñor Romanín, aceptó que "es otro tema, y que tiene un arrastre de muchos años". "En eso estamos los obispos trabajando un montón para tratar de calmar las aguas, de buscar soluciones juntos, de dar nuestra mirada desde la Doctrina Social de la Iglesia, que a veces no coincide para nada con lo que puede tener en este momento el gobierno nacional", puntualizó.
"Nos corresponde como pastores alzar la voz por el bien común, y por eso surgen estas discrepancias que a veces llegan a tener lenguajes muy agresivos, que no están en nuestra onda, porque nosotros queremos un clima de paz y de justicia social", concluyó.
Mucha actividad
Durante su permanencia en Puerto Deseado, Juan Carlos Romanín administró bautismos, reinauguró una ermita de la virgen de Luján, recibió inquietudes de distintos sectores de la población, participó en la misa de San Cayetano y en las celebraciones litúrgicas del domingo, para regresar hoy a Río Gallegos.
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