EL ORDEN DIGITAL

lunes, 9 de julio de 2012

FALLECIO FELICITA PANDO DE CASTRO

El viernes 7, luego de algunos días en que su salud había quedado muy delicada tras un problema cardíaco, falleció Felicita Pando. Llevaba el ilustre apellido de uno de los grandes periodistas que tuvo Puerto Deseado, quien dirigió el periódico El Pueblo hasta su fallecimiento.
Ella peleó con alegría y valentía contra su cáncer y compartió cada uno de los capítulos de su lucha con la asociación "Cuenta conmigo", y también dio su testimonio permanentemente a los oyentes del programa radial "Deseado Revista". En los últimos años, desde que su problema de salud no le permitía tomar frío, fue una corresponsal y columnista permanente, planteando diversos temas, poniendo siempre un toque de humor e ironía en cada comentario.
La dirección del semanario El Orden recibió, gracias a su gentileza, copias de algunas ediciones del periódico El Pueblo, muy difíciles de conseguir. Numerosos ex alumnos de sus clases particulares la recordaron con palabras altamente emotivas.
Fue, sin dudas, una militante de la vida, y así la recordaremos.
En la foto, el día en que celebramos los noventa años del semanario EL ORDEN, en el museo Mario Brozoski.
                                                                                                 Mario dos Santos Lopes

Compartimos un texto de su autoría, evocando a su padre, que fuera publicado en los "Cuadernos Culturales Deseadenses"


COSMOS PANDO: MI PADRE
Por Felicita Pando de Castro

Nació un 25 de Noviembre mientras corría el año 1916 en un lejano y frío pueblo sureño que, con sus jóvenes 31 años ignoraba que mucho tiempo después sería la capital de la última provincia continental de nuestro país: sí, aquel pueblo era Río Gallegos, donde el pequeño Cosmos, o Lolín, para sus familiares más cercanos, aprendió a dar sus primeros pasos.
Cuando casi cumplía dos años, sus padres decidieron surcar otros horizontes, buscando nuevas oportunidades laborales para Don Manuel Pando y mejor clima para criar a éste y a los hijos por venir junto a doña Marcelina Rodríguez de Pando. Así se vinieron a Puerto Deseado, donde consiguieron un terreno cercano al puerto, por ese entonces polo principal de trabajo y desarrollo. Con sus propias manos fueron levantando, bloque a bloque y de a poco, la casita que necesitaban parta albergar a sus cinco hijas y cuatro hijos que completaron la familia.
Estoy segura de que el carácter tesonero de papá, algo que yo también heredé, se forjó viendo trabajar a sus padres, con verdadero ahínco, demostrando que cada cosa que uno ansía la puede lograr con el propio esfuerzo y la honradez como método.
Papá fue: viajante de comercio, vendía en toda la zona, desde Comodoro Rivadavia a Río Gallegos, productos lácteos imperecederos de la marca CHE-ROGA , y almanaques de la firma González Arias - Hnos., ambas de la Capital Federal. En el año 1.956, al enfermarme yo de la vista, para incrementar sus ingresos y poder llevarme a un buen oculista a Comodoro Rivadavia, trabajó de apuntador en el puerto logrando así su objetivo.
A la par de estas actividades y sin dejar una por otra, ejerció el periodismo su gran amor. Desde muy joven, cuando la imprenta estaba donde actualmente se encuentra el salón del club Ferrocarriles, entró allí a trabajar y esta labor lo fue atrapando. Más tarde consiguió tener su propio periódico: "El Pueblo" y fundó también "El Lashereño", este último de carácter netamente social y que tuvo efímera vida. Pero "El Pueblo" lo acompañó hasta el final; tal es así que cuando el falleció el periódico estaba ya impreso y, a nuestro pedido, se lo retuvo unos días antes de ser repartido.
A pesar de que sólo había asistido hasta el cuarto grado de la escuela primaria, papá tenía muy buena ortografía y escribía a máquina con relativa velocidad utilizando solamente los dedos índices. Buscaba la noticia apenas tomaba conocimiento de algún hecho, con ayuda o no de sus "informantes", pero verificando el tema antes de escribir algo. Como periodista conoció a mucha gente importante de la época, especialmente de la política. Recuerdo que más de una vez, ha almorzado en casa el primer gobernador de nuestra provincia, el Dr. Mario Cástulo Paradelo. Pero él no podía con su genio, si tenía que "darles leña" léase criticarlos, lo hacía; por el contrario; cuando se lucían por una buena acción los felicitaba. Esto sucedía con todos en general, aunque alguna vez hubiesen compartido alguna meza.
Tenía en especial una columna que, bajo el título de "DESDE MI ATALAYA" y el seudónimo de ROM. P. PEINEZ desarrollaba los temas más urticantes de la actualidad. Nadie jamás supo que era el mismo su autor.
Otras facetas forman parte de su vida:
a) Él era ateo, pero permitió que sus dos hijas fuéramos bautizadas, confirmadas e hiciéramos la comunión y, cuando nos casamos a ambas nos llevó al altar nuestro amado abuelo don León Soto Lamana y papá nos esperaba en la puerta para damos su beso y abrazo emocionado. Aún así era muy amigo de sacerdotes, con los que hablaba de todo, pero si empezaban a querer convencerlo, ponía punto final a la charla. Muchos años después de su partida y conversando acerca de él con el querido padre José Koltun me dijo algo que me emocionó: "yo no conocí a tu papá, pero por lo que escuché acerca de él te voy a decir esto: si cuando vos te mueras vas al cielo estoy casi seguro que lo vas a encontrar allá". Ese día quedé sin palabras, pero ahora preguntó: "José, lo encontraste?"
b) Colaboraba con todo el mundo, solía traer a casa números de rifas de clubes o escuelas, con los que no recuerdo que alguna vez haya ganado algún premio, pero no importaba, él se sentía contento porque los había ayudado. Era socio de todos los clubes y, al fallecer su velatorio se realizó en el Club Bolístico Covadonga, del que era Presidente por segunda vez.
c) Como también era comisionista, realizaba trámites a infinidad de personas, ya sea en la Capital. Federal como cierta vez en Uruguay. Solía llevarles dinero a jóvenes que estudiaban en Buenos Aires y a más de uno "cubrió" al no decirle a los padres que el estudiante no pasaba siquiera por la vereda de la Universidad. En un viaje a Montevideo fue tratado como un rey en el hotel en que se hospedó, porque creían que era un rico descendiente de la poderosa familia Pando que dio nombre a un Departamento de ese país. Él, por supuesto, gozó divertido de su estadía sin sacarlos de su error.
d) Su faceta divertida asomaba cuando en alguna fiesta le pedían que cantara en
Turco, entonces descollaba cantando "Barcanta c ama amuraste en la major de mi vida..." y otras. También recuerdo que le encantaban las canciones de Leonardo Favio, que por ese entonces se iniciaba con "Hoy la ví, fue casualidad..." u "Hoy corté una flor y llovía, llovía..."
Hoy en mi adultez, mirándome hacia adentro, veo que gracias a Dios heredé muchas cosas suyas, como ser:
1) Sé que todos los seres humanos somos iguales y solamente nos diferenciamos en Buenos y Malos.
2) Que no debo juzgar a nadie pues yo también puedo cometer errores.
3) Que siempre hay que ayudar a quien lo necesita, y si no estaba tan necesitado realmente, igual se acordará de nosotros porque nos "embromó", no importa, igual nosotros lo ayudamos de corazón.
4) Que siempre que queramos algo en la vida, el NO ya lo tenemos y debemos ir por el SI.
5) Que con el ejemplo de honradez que me dejó porto con orgullo mi apellido.
6) Que el estudio que me permitió adquirir es otra herencia que llevaré conmigo para siempre.
7) Que con la educación que me dejó, aún practico el saludo diario, el "por favor", el "gracias", etc; aunque a veces me miran raro porque son expresiones que ya no se usan, no sé por qué.
Espero que esto sirva para recordarlo a quienes lo conocieron y para conocerlo a los que no, aunque solamente es un escrito en memoria y homenaje de un hija a su padre.


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