Dr. Ernesto Iturriaga, presidente del primer Concejo Municipal elegido por el pueblo (1933), gestor de la construcción del Hospital Municipal de Puerto Deseado (1934). Faltaban los recursos pero sobraba amor por el lugar y honradez en aquella gestión socialista. El pueblo de Deseado solventó un buen porcentaje; hubo una importante donación de José Menéndez y el diputado nacional socialista Demetrio Buira logró el dinero necesario para el funcionamiento del nosocomio. |
Con un acto a desarrollarse hoy, está cumpliendo ochenta años el Hospital Distrital de Puerto Deseado. Sus viejas instalaciones fueron remozadas y ampliadas en una obra inaugurada por el gobernador Néstor Kirchner en 1999. Actualmente la dirección está a cargo de los médicos Carlos Schenone y Joel Huerta.
Así recordaba S. Cuasnicú, en 1935, el origen del hospital deseadense: "Una comisión de vecinos hace muchos años se impuso la noble tarea de dar a Deseado un edificio moderno, por suscripción pública, para que en su oportunidad se tuviera un nosocomio que respondiera a las exigencias, ya no de su población, sino de su extensa zona. El edificio, tras muchas vicisitudes, pudo hacerse con la ayuda de un subsidio del Gobierno Nacional, un legado del extinto millonario don José Menéndez y una suscripción vecinal, fluctuando su valuación actual, alrededor de 100.000 pesos. Dotado de los más modernos elementos, incluso sala de electricidad médica, con instalación de aparatos de rayos X; el municipio, sin otra ayuda pecuniaria que la adhesión de vecinos y pobladores, se impone la pesada responsabilidad de abrirlo al público, confecciona sus reglamentos y nombra su personal técnico-administrativo en la siguiente forma: Director, doctor Carlos Raúl Fernández, médico inaugurador doctor Ernesto Iturriaga; dentista, doctor Clio G. Laghi; farmacéutico señor Dilio Juárez Laborde; partera-enfermera diplomada, señora Matilde D. de Mazzoni, y adscripto, practicante Juan Carrasset".
Los difíciles comienzos
El 27 de mayo de 1934 se inauguraba el Hospital Distrital de Puerto Deseado. Así lo informaba el Partido Socialista local -por entonces gobernante- al "Ciudadano Secretario General del Comité Ejecutivo" de la agrupación política, con sede en la legendaria Casa del Pueblo ubicada en la Capital Federal.
La nota dice que concurrieron al acto las autoridades locales "y toda la población que con enorme entusiasmo se volcó al edificio, dando pruebas de la íntima satisfacción que todos sentíamos proporcionando la público un Hospital que pudiera ser en el futuro de insospechadas proporciones porque Deseado es cabecera de un Ferrocarril, Puerto de mar y abarca una muy extensa zona de Pueblos y de campos donde no existe ni la más elemental Sala de Primeros Auxilios".
Hacían notar más adelante las dificultades para lograr la terminación de las obras y la habilitación del centro asistencial, "sin recursos, acudiendo a las suscripciones públicas, a funciones de beneficio y a toda clase de medios lícitos".
Obra humanitaria
Por la oposición, según se señalaba, se había pronosticado "el más rotundo fracaso". Ello no impidió que el Hospital quedara funcionando "con un cuerpo completo de profesionales y con los más auspiciosos pronósticos". Su concreción era, para aquellos hombres "una obra humanitaria muy sentida y una acción socialista".
Pero... no había recursos. Pedían, por lo tanto, al partido, que solicitara ante las cámaras legislativas, las subvenciones necesarias "teniendo muy presente que en ninguna parte del país son tan necesarios los servicios de un Nosocomio como en estas apartadas e inhóspitas regiones donde también impera la miseria y el flagelo que no llega a la gran urbe por perderse en la distancia huérfana de toda representación parlamentaria".
Respuesta
Y la respuesta llegó. Una nota enviada por el presidente interino de la Municipalidad al diputado nacional Demetrio Buira le agradece "su tan constante como eficaz apoyo en favor de los intereses que son comunes al Sur argentino". Un subsidio de $ 15.000, de los cuales se destinaron ocho mil al sostenimiento del Hospital y siete mil a instrumental vino a solucionar el problema. José Fernández Fueyo señalaba en aquella carta del 11 de diciembre de 1934 que "la situación que se nos presentaba frente a la vida del Hospital era por demás comprometida puesto que con el exiguo presupuesto de $ 50.000 que tenemos en el Municipio, no era posible sostenerlo sin grave perjuicio en los demás servicios generales a que estamos obligados, siendo también un problema la adquisición de los rayos X, que son indispensables". Finalmente le hace saber al legislador que "gracias a sus actividades y nobles sentimientos humanitarios se ha salvado la situación traduciéndose en júbilo y en aplausos para el Sector Socialista, el Diputado, el hombre y el camarada".
(del libro Un vuelo de cien años, Mario dos Santos Lopes, primera edición)
Demetrio Buira, un diputado socialista que benefició a Deseado
Nacido en Buenos Aires el 22 de diciembre de 1893, se radicó en La Pampa desde muy joven donde tuvo una larga y fecunda actuación. Hermano menor de Antonio Buira, trabajó como obrero en su juventud, cuando comenzó a militar en el Partido Socialista, y luego llegó a ser chacarero, participando en las Ligas Agrarias de La Pampa. Emigró años mas tarde a la Capital Federal, en donde sería elegido diputado nacional en 1932, siendo reelecto para los períodos 1934-1938 y 1942- 1946. Miembro de la Comisión de Territorios Nacionales, presentó un proyecto de provincialización de La Pampa, Misiones y Río Negro, y la creación de la provincia de Chaco- Formosa con capital en Resistencia, con el cual quería golpear a las oligarquías regionales deseosas de ocupar un espacio en la vida pública del escenario nacional. En su articulado, este proyecto incluía junto a la provincialización la constitución de un gobierno laico a partir de la separación de la Iglesia y el Estado, una amplia autonomía municipal, y una moderna legislación laboral basada en los proyectos presentados por los socialistas desde 1904. Junto a la actividad política se dedicó a la literatura, escribiendo obras de teatro que desarrollaban temas de protesta social. (texto de Antonio Berhongaray)
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