jueves, 29 de mayo de 2014
Notable éxito en la segunda Biblioteca Libre
Varios centenares de deseadenses se dieron cita el sábado pasado ante una convocatoria cultural. Todos, o casi todos llevaron uno o más libros para compartir, y la mayoría de los participantes también se llevaron algún libro o alguna revista. «Cuando todo terminó, con Lorena Irala nos chocamos en una sonrisa, porque nos desbordó las expectativas, ya que habíamos comenzado con una biblioteca libre en la calle, chiquita, donde éramos no más de veinte personas, principalmente allegados y amigos, por lo que nos encantó ver esta concurrencia en la Escuela 56», resumió Marisa Mansilla, integrante de «anónimos libres», organizadores de la segunda edición del evento «Biblioteca Libre», que consistió, básicamente, en intercambiar libros y revistas de los más diversos autores y géneros.
Libros y música
«Es todo un ensayo... seguimos probando y viendo qué resulta pero la verdad que estamos muy contentos de los resultados y programando lo que será la tercera biblioteca libre», anticipó, agregando que «fue un disfrute ver a la gente revolviendo los libros, viendo qué se querían llevar, tener todo el tiempo del mundo, y mientras elegían algo aparecía la escuela Estrella del Sur, y mientras volvían, aparecían los profesores de Semblanzas Gauchas y los alumnos de la academia María Celina».
Comentó luego que «llevamos unos colores como para que los chicos pinten algunos dibujos patrios y nos quedó chico porque les encantó el lugar», reconociendo que «quedamos un poco rengos en el tema de los libros infantiles». «Los chicos reclamaban que no tenían libros infantiles para llevarse, y quedamos en deuda mientras la gente no se sume con este tipo de libros, que nos cuesta llevar por el valor afectivo o porque se rompen y se rayan, no siempre están en buen estado», añadió.
Remeras y ajedrez
Puso de relieve la presencia de Clara Ortiz, en su stand con remeras de batik, de Isabel Espinosa con la presentació de Sol-edad, y de Leonardo El Hares, acompañando a los pequeños ajedrecistas que sorprendieron con su conocimiento del juego ciencia. «Aprendieron a mover las piezas en Internet y se pusieron a jugar», subrayó, agregando que en otro de los rincones del amplio gimnasio cubierto se produjeron durante la tarde varios partidos de jenga.
«Todos pusimos un poquito, todo el mundo colabora con esto que va creciendo y ya definiremos la fecha y el lugar de la próxima biblioteca libre», anunció, agradeciendo a Miguel Silvi, que facilitó su vehículo para trasladar la réplica del Cabildo construida por su padre Carlos Mansilla.
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