Un llamado de atención y exigencia de soluciones a los gobernantes sobre desempleo, el estado de la salud pública, la corrupción y la inseguridad plantearon los obispos de la Patagonia en su Mensaje de la Navidad 2012.
Bajo el título "Tanto amó Dios al mundo, que le envió a su propio Hijo”, los obispos expresaron que "mirando las familias de la Patagonia queremos alentar a quienes en medio de tantas luchas cotidianas buscan un presente y un futuro mejor para ellos y sus hijos. Nos preocupan tantas familias que no tienen trabajo".
"Pero también nos preocupa en otras comprobar que el afán desmedido por obtener dinero y comprar bienes de consumo, hace que se descuiden los valores esenciales de la familia: la convivencia diaria, el diálogo, la alegría, la vida de oración. Familias así se convierten en fácil puerta abierta que lleva los hijos al flagelo de la droga y del alcohol. El clima familiar que se vive en torno a la fiesta de Navidad es una buena oportunidad para replantearse actitudes y compromisos familiares para el nuevo año", agregaron.
En otro tramo del mensaje navideño, los obispos de la región patagónica y Comahue afirmaron que "una siempre más profunda convivencia social nos desafía. Hechos de corrupción, desprotección, muerte violenta y desapariciones van generando miedo y desconfianza de los unos con los otros. Frente a esto cuántas veces recorremos caminos equivocados: "no te metás", "hacé tu vida", "arreglátela como puedas", más rejas, más cárceles… A la luz de la Navidad descubrimos que el camino es otro: más organización comunitaria, más catequesis sobre la Doctrina Social de la Iglesia, más cercanía y acciones concretas para quienes sufren, más educación, más trabajo, menos ostentación de poder y dinero, más atención a los barrios periféricos de nuestros pueblos y ciudades".
"Pedimos prestar una especial atención a la convivencia social y a la salud, ya que son bienes indispensables para el crecimiento de una sociedad", invitan desde otra parte del discurso al que tuvo acceso "Río Negro".
"La sociedad debe ser de algún modo la gran familia que contiene sin excluir a nadie. Alentamos y acompañamos a todos los que trabajan por el bien común, y se empeñan día a día en construir un espacio social digno, acogedor y que permite el desarrollo de sus habitantes", dicen en una las partes finales de la reflexión navideña.
El mensaje lleva las firmas de Virginio D. Bressanelli, obispo de Neuquén; Marcelo A. Cuenca, obispo de Alto Valle del Río Negro; Miguel Ángel D'Annibale, administrador Apostólico de Río Gallegos; Joaquín Gimeno Lahoz, obispo de Comodoro Rivadavia; Esteban M. Laxague, obispo de Viedma; Fernando C. Maletti, obispo de San Carlos de Bariloche; José Slaby, obispo de la Prelatura de Esquel; Miguel E. Hesayne, obispo emérito de Viedma; Marcelo A. Melani, obispo emérito de Neuquén y Néstor H. Navarro y José Pedro Pozzi, obispos eméritos de Alto Valle del Río Negro.
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