El conductor del ciclo "Una luz en el camino", que se transmite por centenares de radios de Argentina y varios países sudamericanos, José Plescia, está brindando charlas en Puerto Deseado durante toda esta semana. En su segunda visita del año elogió el trato recibido en la ciudad de la ría y la gran cantidad de llamados telefónicos recibidos durante la primera en la línea especialmente habilitada para los oyentes.
Consultado sobre algunos de los temas tratados en sus microprogramas, Plescia afirmó que "se discrimina mucho a la mujer y si sin querer lo hice pido perdón pero me parece que la mujer necesita un mejor trato de nuestra parte, de los hombres".
Con respecto a los conceptos de "machismo y feminismo" consideró que "la relación hombre – mujer debe ser una relación de igualdad, de amor, de respeto mutuo, de convivencia. para la cual habrá que tener paciencia, soportarnos unos a otros y llevar adelante una relación".
Dijo que "hoy han cambiado tanto los roles que se cortan las relaciones rápidamente a veces por pequeñas o grandes diferencias y el mundo sigue siendo machista, lo fue siempre pero la mujer trabaja desde que se levanta hasta que se acuesta en casa, fuera de casa y por el mismo trabajo le pagan más a un hombre aunque a veces algunas mujeres lo hacen mejor que un hombre" y se preguntó: "¿qué trabajo que hace un hombre no puede hacer una mujer? Arquitectas, abogadas, presidentas, boxeadoras, astronautas, pilotos de Fórmula 1, ¿Qué trabajo que hacemos nosotros no podría hacer una mujer? Y sin embargo todavía gana menos por el mismo trabajo una mujer porque el mundo es machista. Si bien el feminismo ha ganado terreno creo que todavía falta mucho pero los hombres nobles saben poner a su mujer en un plano de igualdad y creo que así debe ser".
Avanzando sobre el tema de las relaciones actuales y las causas de la violencia, las separaciones abruptas, opinó que "es arduo el tema para tratarlo", para añadir que "desgraciadamente hay cada vez mas separaciones, más divorcios, más violencia domestica, violencia de género cuando se supone que dos personas llegaron a ser pareja, matrimonio o novios porque se amaron, porque se gustaron". "¿Cómo se desgastó después el amor?", interrogó, para plantear que "habrá que cuidarlo mas; ¿Cómo? ¿de qué manera? Yo decía que no existe una relación perfecta pero si con paciencia, sobrellevando las diferencias, dialogando. El dialogo es muy importante y dialogar no es sólo hablar, es escuchar también y nos cuesta a veces escuchar". Señaló que "hasta a veces parecemos adivinos porque ya la otra persona esta hablando y le cortamos porque ya adivinamos lo que va a decir. Yo creo que escuchar no es lo mismo que oír. Yo puedo oír un sonido, como que afuera pasó un auto pero no me puse a escucharlo. Escuchar es asentir, gesticular, hacerle comprender a la otra persona que estamos entendiendo el mensaje y darle tiempo para que diga todo lo que tiene que decir y se espera que a su vez la otra persona también haga lo mismo. Eso es el diálogo".
Apuntó que "falta mucho diálogo y a veces nos corta mucho la televisión. Las pocas horas que estamos en casa, la mujer trabaja, el hombre trabaja, y nos encontramos mayormente en la noche, bueno, dichoso el que aquí en Puerto Deseado obviamente quizás va a almorzar a la casa, no es Buenos Aires, pero en las grandes ciudades salió temprano y vuelve tarde y las pocas horitas que quedan para el dialogo, para la convivencia como vos decías lo absorbe la televisión, Marcelo o el deporte".
Al preguntarle sobre los contenidos de los medios masivos, reflexionó que "la televisión tiene cosas muy lindas pero últimamente no se si me estoy poniendo viejo, creo que si, pero me esta aburriendo. Es más de lo mismo. No sé, me parece que habría que apagarla un ratito. Lo que pasa es que forma hábito automáticamente y aunque a veces no la estemos viendo está prendida. Yo me acuerdo mis viejos, cuando yo era pibe, no teníamos ni radio, estoy hablando de los años ’50 y pico, así que se sentaban los viejos y nos sentábamos todos los hijos alrededor, tomaban mate, charlaban y se hacían largas las conversaciones y era lindo porque incluso había ilustraciones porque ellos contaban sus vivencias. Me parece que un poco se ha perdido eso".
Plescia advirtió que "está comprobado estadísticamente, se ha estudiado... la televisión es una escuela del delito. Es una escuela de todo, es formadora, porque copiamos lo que vemos. Hay que tener mucho cerebro para no copiar todo lo que uno ve. Se copian las formas de vida. Yo por ahí, haciendo zapping en la noche, veo el programa mas popular de la televisión y no son los mejores modelos los que están allí. Yo creo que es un momento en que tendríamos que reflexionar. Esa escuela de la pantalla nos inculca valores nuevos que no sé si podemos llamar valores o principios sino costumbres, hábitos que respetamos, porque cada uno es libre de vivir como quiera siempre que no moleste a los demás, pero no se si son los ideales que debiéramos tener como seres humanos, como personas y como cristianos".
No hay comentarios:
Publicar un comentario