EL ORDEN DIGITAL

Embajada deseadense en la Feria del Libro

La directora de Cultura de la municipalidad de Puerto Deseado, Stella Maris Rojas, adelantó que “a partir del 3 de junio estamos en la Feria Provincial del Libro, y esto es importante para los escritores". Destacó que la ciudad "tiene la posibilidad de llevar a la exposición el libro de Mónica Carminatti, la arqueóloga que tenía a su cargo la investigación del Fuerte San Carlos, ellos han editado un libro que se llama “El Área Fundacional” que además tendrá su presentación esta la posibilidad de consulta y debatir; también el libro de Mario dos Santos Lopes con la historia de Andrés Randisi y por último el libro “Tras la estela de la Hoorn” de los arqueólogos Cristian Muray y Damian Vainstub". "Estas son las obras que van participar más autores locales que nos facilita la Biblioteca para que forme parte del stand en la Feria” concluyó.
A continuación reproducimos un texto de uno de los libros deseadenses que se presentarán este miércoles en Río Gallegos. La obra, recopilada por nuestro corresponsal, Mario dos Santos Lopes, refleja la historia viva de un salesiano que desarrolló una valiosa obra educativa en Puerto Deseado en la década del 70, y que hace dieciocho años trabaja como misionero en Luanda, Angola. Para conocer más detalles los lectores pueden consultar la página web www.deseadorevista.blogspot.com

ANDRES RANDISI, SEMBRADOR DE ESPERANZAS
«Pensé que me mandaban castigado»
¿Cuáles son los primeros rostros que recordás cuando llegaste a Deseado por primera vez?
-El señor Ibáñez, que estaba en el aeropuerto con su hijo, el menor de los varones, que era gordito, y nadie me esperaba... así que pregunté al encargado de LADE si me podía llevar al pueblo en su camioneta...me dijo que no podía y me indicó un Falcon...ahí pregunté al conductor que me dijo: ¿Así que Ud. es el que viene en lugar del maestro Saracano?...ya sabía....y comenzamos una linda amistad con esa familia.
¿Que sabias de Deseado? ¿O que te imaginabas? ¿Habías visto fotos del lugar?
-Nada. Cuando el Inspector de los Salesianos, en ese momento, padre Juan Sol, me dice en el colegio industrial Juan Segundo Fernández de Boulogne, que había pensado en mí para un pueblito triste de la Patagonia, pensé lo que en ese tiempo se decía en el ambiente religioso de Argentina... «Te portaste mal y te confinan...castigado...». Pregunté «qué hice»... El Padre Sol me dice...»es porque precisamos en Deseado un salesiano que movilice a la juventud en cosas creativas...el deporte, la música, el teatro. Deseado tiene tradición en teatro». Y en mi familia también preguntaron...
Fui a Constitución para preguntar el precio del pasaje en ómnibus y la chica que me atendió no sabía donde quedaba Deseado...Pero luego fuimos en avión, ya que éramos 4 los salesianos que viajábamos al Sur
Ah, claro, Don Otto tenía su terminal frente a la estación Constitución... . Andrés, ¿qué venías pensando en ese viaje en avión? ¿Tenías planeado qué ibas a hacer?
-Nada...hablar con la comunidad existente y ponerme a disposición... es el espíritu de quien en la vida religiosa obedece y va a un destino
¿Quién era el director en ese momento?
-El P.Walter Olivieri, fallecido hace unos años
¿Vos lo conocías de antes? ¿Conocías a los otros salesianos que estaban en Deseado? Estoy tratando de reconstruir la parte afectiva y personal tuya de esos primeros días
-El P.Olivieri, que era de San Isidro, había pasado por el colegio Juan Segundo Fernández quince días antes, en febrero para conocerme y darme la bienvenida... Al P. Juan Ticó, al P.Weth y al Gonzáles no los conocía
¿Recordás las primeras charlas que tuviste con ellos? ¿qué te aconsejaron?
-En la primera reunión comunitaria programamos el trabajo y el Padre Ticó dijo que vería con agrado que me dedicara a la juventud con la música y el teatro porque era tradición en Deseado... para eso llamó a un grupo de ex-alumnos y al señor Ricardo Roberts -director de cultura-...entre los ex-alumnos, Juan Carlos Lamas y Pedro Ponte...Ahí ya se habló con mucha alegría y familiaridad y todos manifestaron deseos de dar una mano.
(Fragmento del libro "Andrés Randisi, sembrador de esperanzas", de Mario dos Santos Lopes, Colección "El Orden")