FALLO JUDICIAL A FAVOR DE LA PRIVACIDAD

UN JUEZ DE RAWSON RECHAZO LA PRUEBA POR VIOLAR LA PRIVACIDAD DE LA MUJER Y LEER EL MENSAJE SIN SU AUTORIZACION

Por un mensaje de texto se enteró que lo engañaban, pero no le sirvió para divorciarse

Un mensaje de texto para probar la infidelidad de su mujer fue presentado por un hombre durante un juicio de divorcio, pero no fue suficiente porque el juez se lo rechazó. Es que el demandante accedió en forma ilegal a la comunicación porque no estaba autorizado por su propia mujer a leerle los mensajes de su teléfono móvil.

El caso se conoció en el juzgado de primera instancia Nº 3 de Rawson, a cargo del juez Martín Benedicto Alesi, quien rechazó un mensaje de texto que fue ofrecido como prueba de adulterio en un juicio de divorcio. Es que el demandante, para obtener la prueba, tuvo que violar la privacidad de las comunicaciones de su propia esposa.

El hombre, a través del celular de su mujer, descubrió que lo engañaba al leer uno de los mensajes de texto que tenía guardado en el teléfono móvil y decidió presentarlo ante la Justicia.

En razón de ello el juez de la causa sostuvo que el hombre se apoderó del teléfono sin la autorización previa de su esposa y cuando se le consultó si existía algún acuerdo expreso o tácito para que lo hiciera, respondió que no. Es que suelen existir acuerdos de este tipo y que habilitan a revisar la correspondencia o las cuentas de correo electrónico, algo que no se pudo justificar en este caso.

En su resolución el magistrado citó como fuente a la Constitución Nacional, la cual garantiza la inviolabilidad de la correspondencia y de los papeles privados; y a la Ley Nacional de Telecomunicaciones, que establece la inviolabilidad de las comunicaciones y dispone que su interceptación sólo será posible mediante requerimiento de un juez competente.

En tal sentido indicó que “la inviolabilidad de la correspondencia de telecomunicaciones importa la prohibición de abrir, sustraer, interceptar, interferir, cambiar su texto, desviar su curso, publicar, usar, tratar de conocer o facilitar que otra persona que no sea su destinatario, conozca la existencia o el contenido de cualquier comunicación confiada a los prestadores del servicio y la de dar ocasión de cometer tales actos”.

EL PATAGONICO