Crece el misterio por la carga de oro que no aparece
Mientras unos se preguntan si un rescate desde las profundidades del mar es técnicamente posible, otros no se animan a asegurar con contundencia si el cargamento minero efectivamente está en la bodega del barco hundido en la frías aguas del Atlántico Sur.
“Primero tendría que hacerse un peritaje oficial, con profesionales de la Armada o de la Prefectura Argentina, para determinar si la carga está allí”, explica Pedro Benítez, buzo profesional y propietario de la empresa Mar Azul, contactado para hacer el posible trabajo de rescate de la preciosa carga.
Benítez señala que reflotar las 9,3 toneladas de “metal doré”, barras con un 90 por ciento de plata y 10 de oro, es “técnicamente posible”, aunque antes debe tener autorización judicial y una garantía de que la carga está en la bodega del “Polar Mist”.
Conjeturas
Las extrañas circunstancias del hundimiento del pesquero chileno han disparado toda clase de conjeturas en un asunto donde está en juego el pago de seguros por cerca de 18 millones de dólares, valor por el que fue declarado el cargamento al salir del puerto argentino de Punta Quilla, el 15 de enero pasado.
De la millonaria carga, 6.931 kilos son propiedad de la minera Cerro Vanguardia, participada por la sudafricana Anglo Gold (92,5 por ciento) y la estatal argentina Fomicruz (7,5 por ciento), y otros 2.428 son de Minera Triton Argentina, subsidiaria de la canadiense Pan American Silver.
Por separado, ambas empresas contrataron firmas de logística chilenas para llevar la carga al puerto chileno de Punta Arenas y, desde allí, por vía aérea a Santiago de Chile, con destino final a Suiza, confirmó el gerente general de Cerro Vanguardia, Jorge Palmes.
El hundimiento
Mientras navegaba en la boca del Estrecho de Magallanes, en la mañana del 16 de enero, el “Polar Mist” fue sorprendido por el mal tiempo, con olas de hasta 10 metros.
El pesquero emitió una señal de auxilio y la Armada Argentina envió un helicóptero que rescató a los ocho tripulantes chilenos y los dejó sanos y salvos en la ciudad argentina de Río Gallegos, según confirmaron fuentes oficiales.
Antes de abandonar el barco, su capitán, el chileno Patricio Olivares Huerta, resolvió dejar los motores encendidos y el timón trabado para que la embarcación navegara en círculos. El capitán alegó que el abandono del barco era la única salida para salvar la vida de la tripulación, asunto que es investigado por el juez argentino Gerardo Caamaño, quien señaló que de momento “no hay ningún delito comprobado por abandono del barco”.
Un día después, el remolcador chileno “Beagle” halló el “Polar Mist”, sin daños a la vista, y lo enlazó para llevarlo a Río Gallegos, pero después lo soltó tras comprobar que el pesquero comenzaba a hundirse.
Las circunstancias del hundimiento son las más misteriosas pues, según Roque Mandatto, prefecto principal de Río Gallegos, “el barco estaba en condiciones y el clima era óptimo en el momento en que se intentó el remolque”.
En la madrugada del 18, el “Polar Mist” se esfumó bajo las aguas del Estrecho de Magallanes -famoso por tragarse decenas de navíos europeos entre los siglos XVI y XIX- y se calcula que está a unos 75 metros de profundidad y a unos 40 kilómetros de costas argentinas.
Vigilancia
Los guardacostas argentinos vigilan la zona del naufragio para evitar el posible merodeo de los Morgan y los Kidd del siglo XXI, aunque Benítez asegura que un rescate furtivo es prácticamente imposible por la magnitud del operativo necesario.
Según versiones de la prensa local, la aseguradora inglesa Lloyds -que tiene la póliza de la carga de Cerro Vanguardia por 16,4 millones de dólares- habría contactado con una firma chilena y otra inglesa para un rescate que podría costar tres millones de dólares y requeriría el uso de un submarino.
Costoso rescate
El rescate del barco hundido con oro en el sur lo hará la aseguradora Lloyds con un buque ultra moderno. Intentarán reflotar la nave que atesora en su bodega 9.506 kilos de oro y plata.
La aseguradora Lloyds de Londres acaba de ordenar que a principios de la semana que viene, a más tardar el martes 17, se inicie la misión para rescatar del fondo del mar los 9.506 kilos de oro y plata sin refinar que se hundieron en el Atlántico sur.
El cargamento, valuado en 18 millones de dólares, se encuentra en el Polar Mist, un buque de bandera chilena que naufragó el pasado 16 de enero frente a la costa de Santa Cruz. Aunque en un principio se había descartado la idea de traer nuevamente a flote al barco, ahora esa alternativa volvió a manejarse: “Quizá sea más fácil reflotar la embarcación que retirar las 8 cajas de metal de las bodegas”, dijeron las fuentes consultadas. Y agregaron: “Recién cuando los buzos lleguen al barco se decidirá qué hacer”.
Para la tarea de rescate, que costaría en total unos 2 millones de dólares, se contrató al Skandi Patagonia, un buque tecnológico de última generación y de bandera noruega que desde 2000 está al servicio de la petrolera Total Austral. “Acabamos de cerrar trato con la aseguradora. Lo que se hizo fue cederles el contrato nuestro por el período que el barco esté al servicio de ellos”, explicaron en la petrolera.
El Skandi Patagonia es un barco único en el país. Tiene 92 metros de largo y 20 de ancho y cuenta con un helipuerto. La característica más peculiar del Skandi Patagonia es que cuenta con un sistema de posicionamiento dinámico que le permite, gracias a la potencia de los motores y sus 6 hélices, permanecer siempre en el mismo lugar. “Aunque hayan vientos y mareas impresionantes, el barco no se mueve”, contaron en Total Austral. “Esto garantiza la seguridad de los buzos cuando se sumergen de que van a seguir conectados con el buque pase lo que pase en la superficie”, ampliaron.
Buzos Skandi Patagonia
De la misión de rescate participarán 7 buzos del Skandi Patagonia. Esos buzos están entrenados en una técnica que se denomina “buceo de saturación”: pueden pasar hasta 14 días sin descomprimirse y sumergiéndose a una profundidad de hasta 80 metros, dijeron en Total Austral. El Polar Mist se encuentra a unos 75 metros de profundidad.
Encontrar el sitio exacto en el que se encuentra hundido el barco no sería complicado. Es que para asegurar el seguimiento del oro y la plata se colocó junto al mineral un dispositivo que emite una señal que puede ser localizada con un aparato especial. “El dispositivo funciona porque la señal ya fue detectada”, confiaron las fuentes.
La expedición de rescate se dividirá en tres fases. En la primera se ubicará al Polar Mist y con un sistema de escaneo se evaluarán los daños que sufrió (se quiere determinar si el casco tiene fisuras). En la segunda fase se revisará al barco en el fondo del mar con un minisubmarino llamado ROV (siglas en inglés de vehículo operado remotamente) que transmitirá imágenes de altísima calidad.
La decisiva será la última etapa. En ese momento se buscará “enganchar e izar la embarcación y los 8 cajones con el metal transportado”. Si no hay contratiempos, toda la tarea llevaría pocos días. (Fuentes Agencia EFE Y Diario Clarín)
LA OPINION AUSTRAL
No hay comentarios:
Publicar un comentario