EL ORDEN DIGITAL

miércoles, 25 de marzo de 2009




DE ALEMANIA, CON AMOR
Deseado, en temporada de crucero


A pesar del feriado, numerosos habitantes de Puerto Deseado se movilizaron este martes, en las primeras horas de la mañana, para observar las maniobras de ingreso a la ría y el posterior atraque en el muelle del Crucero Bremen.
El cielo estuvo nublado durante casi toda la jornada, incluyendo algunas gotas que cayeron a media tarde pero que no opacaron la visita de este numeroso grupo de alemanes. De hecho, algunas lanchas de excursiones turísticas, con su capacidad completa, iniciaron su recorrido por los circuitos de la reserva natural cuando comenzaba a lloviznar. Las últimas horas de la tarde llegaron con un leve aumento de la temperatura y algunos rayos de sol.

CINCO ESTRELLAS
Según lo informan los operadores turísticos, el Bremen es un crucero de lujo, categorizado como de 5 estrellas, y acondicionado especialmente para esta navegación, y el confort, su distribución y atención a bordo son de excelente nivel. En la folletería que distribuye la empresa organizadora, recomiendan a los pasajeros "la vestimenta, informal durante el día y más formal durante la cena, teniendo en cuenta que uno de los eventos principales es la cena de bienvenida y de despedida con el capitán".
El buque, que permanecerá hasta este miércoles al mediodía, posee 111 metros de eslora, 8 puentes y tiene un peso de 6.752 toneladas. Técnicamente, se lo considera un moderno rompehielos de última tecnología para recorrer las aguas antárticas. La tripulación está formada por 100 personas bilingües
Sus 164 pasajeros recorrieron las calles de Puerto Deseado, visitaron algunos comercios que estaban abiertos a pesar del feriado, tomaron fotos, consultaron, más en español que en inglés, sobre restaurantes donde degustar cordero patagónico y frutos del mar, y observaron las curiosas construcciones ubicadas sobre rocas volcánicas en pleno centro de la ciudad. Varios grupos eligieron las excursiones en lancha que ofrecen empresas locales, y otros eligieron paseos terrestres a la Reserva Natural de Cabo Blanco, ubicada a 80 kilómetros del casco urbano.
Cuando los visitantes hayan partido, vendrán las evaluaciones, los cálculos, las autocríticas y los proyectos de futuro. Lo cierto, lo importante, es que se ha cumplido un importante objetivo del sector privado y de las autoridades de Turismo para abrir un nuevo frente en este sector, potencial generador de divisas para una economía que vive tiempos inciertos.

Muchos turistas alemanes visitaron la muestra de arte vivo en la estación ferroviaria. Uno de ellos, el geólogo Hans Joachim Lauenstein, disfrutó unos mates bien criollos en el bar La Cueva.

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