Joven profesional lamenta la falta de apoyo en Puerto Deseado

CARTA DE UNA
NUEVA PROFESIONAL
    Quiero hacer llegar esta humilde carta de agradecimiento a las personas que me apoyaron en mi carrera. En primer lugar a mis padres Néstor Mercado y María Luisa Triviño. Ellos nunca dejaron que abandone mi sueño de ser profesora.
    Asimismo quiero agradecer a la señora Selsa Hernández y a la señora ministra de Desarrollo Social Ana María Urricelqui, dado que hace tres años, por cuestiones de la vida no podía seguir estudiando y necesitaba trabajar para poder concluir tan ansiado sueño. Oportunamente estas dos mujeres han escuchado mi situación, y desde el lugar en que se encontraban me brindaron la oportunidad laboral en la localidad de Jaramillo, dado que en mi apreciada ciudad no logré conseguir ningún tipo de ayuda.
    Fue muy triste en el año 2008 golpear puertas en mi querida ciudad y no conseguir una respuesta. Lo único que recibí fueron respuestas inconclusas sumadas con soberbia, a la situación por la que estaba atravesando. No tuvieron la consideración de que somos una familia de trabajadores, que mis abuelos paternos trabajaron esas tierras, conformaron una familia. No estaba pidiendo en ese momento un subsidio o beca; sólo quería trabajar para solventar los gastos de mis pasajes a la ciudad de Caleta Olivia, donde estudié.
    Sinceramente no me fue fácil redactar estas líneas, dado que soy una persona de perfil bajo, pero en mi interior tenía la necesidad de agradecer a la señora ministra Ana María Urricelqui y al señor presidente de la Comisión de Fomento Marcelino Pérez, por la oportunidad laboral y el abrirme las puertas para insertarme en las comunidades de Jaramillo y Fitz Roy, para que pueda terminar de rendir los seis finales que me faltaban para recibirme
    El día 1 de junio completé los estudios de la carrera «Profesorado en Ciencias de la Educación»,  en la Unidad Académica Caleta Olivia.
                               Gabriela Alejandra Mercado