Naciste en el siglo veinte
frente al dos mil esperado
carnaval recuperado
y alegría necesaria
sos la murga Milenaria
un orgullo de Deseado.
Trajiste copas y premios
de la ciudad petrolera
Caleta siempre te espera
Deseado te necesita
cuando llega nuestra cita
de fiesta carnavalera.
Y los chicos van creciendo
al ritmo de tamboriles
los redoblantes febriles
le ponen ritmo a la noche
y van haciendo derroche
de destrezas juveniles.
Aunque todo se derrumbe
o se olvide alguna gente
y el viento sea inclemente
aunque la lluvia castigue
el desfile siempre sigue,
la Milenaria, presente!
Pero no estuviste sola
y en esa tarde empapada
fuiste bien acompañada
mientras lloraban los cielos
los chicos y los abuelos
tenían la fiesta armada.
Como el clima está chiflado
de pronto empezó a llover
la gente los quiso ver
a los jóvenes señores
con sus trajes de colores
los de «Un nuevo amanecer».
Ejemplo de juventud
compartiendo emociones
setentones y ochentones
señoras muy elegantes
con vestidos deslumbrantes
entre aplausos y canciones.
La alegría, según dicen
combate todos los males
por eso en los carnavales
el ritmo del altiplano
se presentó de la mano
de negritos y caporales.
La lluvia siguió cayendo
inquietante y sostenida
pero siguió la movida
y el desfile hasta el final
con un momento especial,
la escuela «Canto a la Vida».
Desfilaron nuevamente
con sus jóvenes talentos
ni las lluvias ni los vientos
impidieron desfilar
y pudieron festejar...
mojados pero contentos.
Mario dos Santos Lopes
febrero 2012
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