Durante la segunda mitad de este año, personal del Juzgado de Primera Instancia de Puerto Deseado concretó la tercera campaña de prevención del abuso sexual infantil. En esta oportunidad capacitaron a docentes de cinco escuelas de la ciudad y entregaron folletería ilustrativa a más de tres mil alumnos.
La lic. en Psicología Claudia Leal indicó que "en esta problemática si bien está instalado el delito cuando nosotros tomamos intervención, a través de nuestra tarea pericial, nos dimos cuenta lo importante que es empezar a poder conectarnos en red con otras instituciones para poder comenzar a trabajar sobre el tema". "En especial este año lo dedicamos al trabajo con los docentes de escuelas primarias y jardines de infantes, donde organizamos unos talleres al respeto; fue interactivo, por eso no fueron solo una cuestión informativa, sino la participación de ellos, poder ver sus inquietudes, cuál es el enfoque y cuál es la realidad que ven todos los días; lo ofrecimos a todas las instituciones educativas y cinco lo solicitaron", agregó.
La tarea interactiva con los educadores tuvo como objetivo "poder darles información acerca de qué cosas les pueden prestar atención para la detección de casos, sobre todo para cuando la víctima llegue al juzgado. A veces nos pasa que su silencio se sostiene por años y la idea es que cuando el chico pueda decirlo, que haya alguien atento para poder detectar eso y actuar en consecuencia. Y además, el compromiso de las instituciones con la temática", explicó la profesional.
Guía de buenas prácticas
Otra integrante del equipo judicial, la psicóloga Romina Fachetti, informó que "previamente a realizar los talleres, a mitad de año, se elaboró un protocolo o una guía de buenas prácticas que fueron entregadas a las instituciones educativas para que sepan cómo proceder o qué hacer en el caso de una sospecha de abuso o, en el caso que esto se verbalice y ya sea probado, cómo comunicarlo". Mencionó que "uno de los temores que notamos a veces es qué va a suceder si denuncian. Lo que se aclaró un poco con respecto a las denuncias en las instituciones, es que la tarea de los docentes o funcionarios públicos, de los profesionales de la salud que tengan conocimiento de algún hecho de este tipo en su función, lo que realizan no es una denuncia sino una comunicación de una situación que está ocurriendo. Esto se comunica a la fiscalía, o a la defensora de menores en su caso, y en el caso de que los padres no quieran realizar la denuncia y ese menor esté en riesgo, son ellos los que van a instar a la acción penal, los que van a iniciar la investigación".
Recomendaron a padres y docentes "cuando surja este tema, no indagar", recordando que "a veces con el afán de ayudar al menor, el maestro o quién esté en contacto, comienza a indagar acerca del hecho; y lo ideal es poder pasar la información que dio el niño y que sea en la vía que corresponde, con las personas especializadas quienes evalúan a ese niño; sobre todo porque lo que se busca es no revictimizar al menor y darle una garantía que solo va a tener que hablar esa vez del hecho y que nadie le va a tener que preguntar de nuevo. Estas son cosas que parecen supuestas de sentido común y que a veces las personas por ayudar al nene o por tratar de recabar más datos para informar lo que hacen es revictimizar al niño".
Bicicleteada
Para cerrar la campaña se llevó a cabo una bicicleteada con la presencia de autoridades del Juzgado, docentes y numerosos participantes que lucieron simbólicamente remeras blancas, en la zona costera donde se encuentra emplazada la Fundación Conociendo Nuestra Casa.
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