Un grupo de voluntarios de la Parroquia Nuestra Señora de la Guardia ha trabajado intensamente durante los últimos meses para mejorar y embellecer las instalaciones de la Gruta de Lourdes, ubicada a trece kilómetros de Puerto Deseado. El imponente santuario natural, emplazado desde 1947 en el Cañadón de las Bandurrias, recibe visitantes durante todo el año, y este domingo, 24 de noviembre, será epicentro de una muy concurrida peregrinación, que incluye una celebración religiosa en horas de la mañana.
Daniel Lugo, integrante de la comisión parroquial organizadora anunció que "se va a celebrar en la gruta de Lourdes la misa tradicional sobre la entronización de la imagen, es la fiesta del pueblo. Esa misa va a ser aproximadamente a las 11 de la mañana y se va a dar inicio con la peregrinación saliendo desde el Centro Comunitario José Koltun a las siete de la mañana para la gente que va caminando". Declaró que "en realidad también para nosotros es una alegría muy enorme porque se han venido haciendo trabajos de reparación, de arreglos y es un trabajo muy en silencio con un grupo de personas que desde el voluntariado han intentado, siguen intentando y vamos a seguir caminando para poder dejar en condiciones el lugar".
Uno de los objetivos que ya lograron fue "poder construir la famosa vereda de ingreso para la gente discapacitada, para la gente que por ahí tiene dificultades en poder ir al acceso a la gruta". "Quiero resaltar ese trabajo por el simple hecho que ese es el fruto en primero lugar de la oración de toda la gente. En segundo lugar por la colaboración, porque eso fue pura y exclusivamente colaboración de la gente tanto en lo económico como en la mano de obra", añadió.
Propiedad del Obispado
Puso de relieve el cambio que se está logrando porque "la gente verifica el hecho de ir al lugar, de que todo ese camino de refaccionar, de reordenar, de poder empezar a educar también a la gente en ese lugar, se entusiasman y es un ida y vuelta porque somos en el grupo que formamos, cerca de diez personas". Recordó que " ese lugar es propiedad del Obispado. No es terreno municipal, no es fiscal, no es de la Armada ni del Ejército. Al contrario, el Ejercito donó ese inmueble que son 4 hectáreas por 7 hectáreas, al Obispado, allá por la década del ’40". Aclaró que "en la medida que se van arreglando las cosas también vamos a ir solicitando a la gente en materia de orden, en el cuidado, en la limpieza. Sabemos también que vamos contra corriente porque ese lugar es un lugar de oración y cuando hablo de oración es que la persona se encuentra con Dios principalmente en el silencio, en el silencio donde Dios nos habla en lo profundo con nuestras realidades ordinarias y ese lugar justamente es para eso, para poder compartir la charla, el ida y vuelta con el que voy, con el que lo acompaño, que quiero que descubra ese lugar, con la familia, con los niños".
Respeto por el sitio
Reconoció que al lugar "van concretamente cerca de trescientas familias los fines de semana", remarcando la condición de la Gruta de Lourdes y su entorno cercano como un santuario religioso, donde debe evitarse la música con alto volumen, los cuatriciclos, las motos y la realización de asados. "Para eso pueden ir al camping municipal, hay otras alternativas. Lo mismo a los chicos que les gusta por ejemplo andar en los cuatriciclos, en las motos, a mí me fascina porque estoy con los pibes, estoy trabajando con ellos, estoy al tanto, pero ese es un lugar para recogimiento, tenés la libertad de entrar y de salir", acotó Lugo. Mencionó, finalmente que en el santuario "no se cobra nada, nosotros no estamos para facturar. Ese es otro tema también. Es un lugar donde se generó desde la colaboración de la gente y se va a seguir manteniendo ese espíritu, porque en definitiva la obra es de Dios".
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