Escuela de Comercio,
60 años con la educación secundaria
A principio de los años 50, Puerto Deseado superaba apenas
los 3300 habitantes, contando con tres colegios de educación primaria: Nacional
N° 5, Salesiano San José e hijas de María Auxiliadora. Cumplimentados los siete
años de escuela primaria, el título de sexto grado, posibilitaba a los
jóvenes poder ingresar en algún comercio,
el ferrocarril, administración de la órbita municipal, territorial o nacional.
Otros también, en la mayoría hijos de ganaderos, emigraban al campo o chacras,
ayudando a sus padres en la administración y tareas rurales.
Las nuevas exigencias de la sociedad de la época, hicieron
pensar que un título primario no era suficiente; por ello nació entre un grupo
de vecinos la idea y la necesidad de una escuela secundaria. Lo presidía el Sr.
Francisco García, secretario Ignacio Fernández, asesor técnico el Profesor
Ramón Mansilla, director de la Escuela Nacional N° 5, y un grupo reducido de
entusiastas vecinos. Mansilla periódicamente viajaba a Comodoro Rivadavia al
colegio secundario Perito Moreno, donde recibía asesoramiento. Así andando, y
sin cobrar peso alguno director y profesores, el 1º de abril de 1952 se da
inició a las clases con los primeros 25 alumnos en forma extraoficial; poniendo
así la primer semilla de educación secundaria en Puerto Deseado.
Recién el 2 de junio de 1953 bajo decreto N° 9623, firmado
por él General Perón y refrendado por el Ministro de Educación Dr. Armando
Méndez San Martín, se autoriza oficialmente el inicio de esta Escuela. Para el
edificio se eligió el de la calle Moreno al 500, alquilado por el club Ferrocarriles
del Estado y donde funcionaba como cancha de pelota paleta; la comisión de la
entidad del riel, no tuvo inconveniente alguno en cederla para tan noble
funcionamiento. Adaptado y puesto en condiciones de operatividad se procedió a
su inauguración el 17 de agosto de 1953. Transcurridos cinco años de estudio,
en 1957, egresaran los primeros Peritos Mercantiles, ellos fueron: Irma Leal,
Ernesto Ali, Nelida Rodríguez, José Luis Fernández, Matilde Ciselli, María
Jesús Lucea, Matilde Gómez, Anita Bain y Domingo Minicucci.
Tras ellos y durante 20 años numerosos alumnos transitaron
el exitoso camino de superación a través del estudio en ese viejo edificio de
piedra en la calle Moreno, al que aprendimos a querer y cuidar como nuestra
propia casa, a pesar de sus improvisadas aulas, sus escaleras de madera y su
calefacción con estufas de velas a kerosene. Finalmente en 1973 se cumpliría un
sueño largamente deseado: el 19 de mayo de ese año la Escuela Nacional de
Comercio tenía casa nueva. Amplias galerías, confortables aulas perfectamente calefaccionadas
e iluminadas dieron a los nuevos alumnos las mejores comodidades para sus
estudios. El tiempo siguió transcurriendo y año a año nuevas camadas de perito
mercantiles se fueron incorporando a la demanda que la localidad requería. En
aquellas décadas pasadas, sólo los ex alumnos de padres con situación económica
holgada podían, costear estudios terciarios en la Capital Federal a más de 2000
kilómetros de distancia.
Exactamente hace 10 años atrás nuestra querida Escuela de Comercio
se vistió con las mejores galas para celebrar sus primeros 50 años de vida. El
impulso que dio la comisión organizadora fue fundamental para coronar con éxito
todos los eventos programados, pero lo que más sobresalió sin duda la gran Cena
Aniversario. A la hora estipulada nos fuimos acercando al gimnasio de la
Escuela Provincial N°5 en donde se llevó adelante la fiesta recordatorio.
Los reencuentros con profesores y alumnos de nuestra época
estudiantil estuvieron cargados de gran sorpresa y emotividad. Con muchos de
ellos, hacía más de 30 años que no nos habíamos vuelto a ver, a pesar de que
algunos no vivíamos tan lejos, pero tomamos distintos caminos y la rutina nos
distanció hasta este día de tanta alegría. Los “¿cómo estás tanto tiempo?” “¿te acordás de…?” “ ¿qué sabés de…?” ”¿dónde
vivís ahora…?” abundaron por doquier, a los que se sumaron interminables
abrazos, cariñosos besos y también por qué no decirlo algunas lágrimas por
tantas alegrías compartidas. Esa anoche entre el bullicio de los comensales, me
hice un minuto para pensar que nuestra escuela secundaria nos había vuelto
unir, como en aquella época de juventud y estudiantina. La vieja escuela, los
profesores, la fiesta de estudiantes, los picnics del 21 de septiembre los
desfiles de carrozas, las reinas los exámenes y aquel último día en que
egresamos con nuestro título de Peritos Mercantiles preparados para afrontar la
vida. A las 12 de la noche se hizo el brindis por los 50 años de vida de
nuestra escuela, discursos, agradecimientos y con las últimas luces de la
fiesta, también nuestros últimos abrazos y besos de despedida, coordinando con
alguno de ellos volver a vernos pronto.
Ya en mi soledad más absoluta, traté de revivir minuto a
minuto todo los acontecimientos vividos en esos días y la culminación en esa
anoche tan emotiva que para mí seguirá siendo por toda la vida “ la fiesta
inolvidable…” y así comenzaron a transitar los 50 años de enseñanza secundaria de
“ el Comercial”, como la llamábamos diariamente, pero el tiempo, esa poderosa
fuerza que muchos quieren detener o demorar pero que nadie puede, hizo que
llegáramos hoy, 17 de agosto de 2013, a
su onomástico N°60, conservando intactos los principios y entusiasmo de
aquella primera comisión de vecinos, qué vieron la imperiosa necesidad de
nuestro jóvenes para proseguir estudiando y asegurarse un futuro promisorio.
¡¡¡Querida escuela, que tú fuente de sabiduría sea inagotable
como un gran reaseguro para las generaciones de estudiantes venideras!!! ¡¡¡Muy felices 60 años de vida!!!
Ricardo Alejandro Vázquez
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