EL ORDEN DIGITAL

lunes, 26 de agosto de 2013

RECONOCIMIENTOS, CHOCOLATE, KAYAKS Y HASTA UN CHAPUZON EN LOS 30 AÑOS DE LA FUNDACION CONOCIENDO NUESTRA CASA



Una entidad como la Fundación Conociendo Nuestra Casa es mucho más que un edificio. Su sede, terminada recientemente, está ubicada a orillas de la ría Deseado, y es un edificio amplio y confortable, con espacio para dictado de clases y conferencias, albergue para delegaciones y viajeros de todo el mundo, pero la tarea educativa iniciada en 1983 es la que se celebró el pasado sábado 24 de agosto. Treinta años atrás, su fundador y actual presidente, Marcos Oliva Day iniciaba los primeros cursos, en homenaje al día del Comandante Luis Piedra Buena, en la escuela provincial nro. 5, Capitán Antonio Oneto. Desde ese momento hasta el presente su esposa, María Laura "Malala" Gaona ha acompañado este proyecto, que es totalmente gratuito para los niños que participan.
El programa educativo que se puso en marcha hace tres décadas ha tenido un lema: "respeto y cariño", que se aplica tanto al medio ambiente, las especies y lugares de la ría, como al trato con las personas. Quienes han concurrido a sus clases pueden observar cómo se promueve la participación ordenada, la escucha, el intercambio y el "carientismo", que es la broma hecha con afecto, a diferencia de la burla o la ironía que suelen resultar hirientes.
Los monitores que se van formando desde la niñez transmiten luego estos conceptos a los alumnos de los cuartos grados de las escuelas privadas y públicas de la localidad, generando una mayor conciencia ambientalista y ecológica en el trato directo con sus pares.

Reconocimientos internacionales
Estos conceptos, sumados al conocimiento teórico-práctico de la reserva natural Ría Deseado mediante los cursos de remo en kayak, y la formación de monitores entre los mismos niños a medida que van ingresando a la adolescencia y asumiendo mayores responsabilidades, han ido logrando el desarrollo de un esquema formativo reconocido por el Consejo Provincial de Educación y por numerosas instituciones y universidades de los más diversos países del mundo. Navegantes, escritores, artesanos, científicos y turistas han compartido sus experiencias con los jóvenes que semanalmente concurren a las clases teóricas. También han sido invitados antiguos vecinos de Puerto Deseado que pudieron dialogar con los monitores y transmitirles conocimientos sobre los temas más diversos, ya que, como lo recuerda desde los comienzos Marcos Oliva Day "no se puede querer lo que no se conoce".

Colaboradores
.“Lo bueno de reunirnos en el frío y sobre la nieve es que nos permite valorar con mayor justicia el ejemplo de Dn. Luis Piedra Buena, amigo de los tehuelches, que en circunstancias en extremo más difíciles no vaciló en navegar nuestro mar austral, rescatando náufragos en medio de las tormentas, arriesgando su vida y su barco, siempre con la bandera argentina en lo alto”, resaltó Oliva Day en su mensaje.
Se entregaron placas recordatorias a los primeros instructores, Adrián Pérez, Sandro Sollazo,  hoy en Trelew y Mauricio Pérez, por haber colaborado desinteresadamente aquel invierno de 1983.
También se reconoció el trabajo formidable que José Jaramillo con su familia y equipo, llevan adelante en Río Gallegos, con la Asociación I Yenu Jono. De igual manera se ponderó la labor que  Claudia y Roberto Haro, realizan en beneficio de los jóvenes de Cochrane, Chile, con el Club Náutico Escualo.

Raúl Suárez, uno de los integrantes de la FCNC, que se inició en su niñez y luego regresó, ya como profesor de música, estrenó una canción dedicada a la tarea de la entidad, y se entregaron reconocimientos a sus primeros participantes y a algunos de quienes han colaborado para que la actividad siga creciendo en medio de los avatares sociales, económicos y políticos de estos treinta años.
A pesar de las intensas nevadas que cubrieron Puerto Deseado en los tres días anteriores, y las temperaturas bajo cero mitigadas apenas por el sol del sábado a la tarde, tras el acto oficial durante el cual Marcos Oliva Day pronunció emocionadas palabras de gratitud y el sabroso chocolate preparado en la cocina del moderno edificio, comenzaron los cursos prácticos de kayak tal como estaba previsto. Dos adolescentes provistas de trajes de neoprene sorprendieron a los visitantes dándose un chapuzón en las muy frías aguas de la ría Deseado.

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