ADICCIONES Y CONTEXTO SOCIO-CULTURAL
Si bien el problema de las adiciones tiene una dimensión bio-psico-social , tomaré aquí la dimensión socio-cultural. La misma y sus particularidades tienen una importancia innegable.
En la actualidad se dan ciertas características que se constituyen como un “caldo de cultivo” para esta enfermedad. En primer lugar hoy hay una “veneración” de la imagen que envuelve el devenir del sujeto. Lo que se ve es lo que importa, no se valora lo interior como relevante. Debemos mostrarnos de acuerdo a este requerimiento con todo lo que eso conlleva. La palabra ha perdido peso, la palabra plena de sentido y que ayuda a construirnos día a día.
Las generaciones que hemos “hecho pie” con otros valores y creencias podemos sostener y marcar un camino. Otro factor sería la vertiginosidad como marca que se impone al sujeto que, por lo tanto, no tiene el tiempo necesario para asimilar conocimientos y fortalecer, así, su yo. Hoy la “espera” es inconcebible…la espera se ha convertido en un “llame ya” en la necesidad urgente de satisfacción instantánea. Impera una cultura del “zapping”, una realidad quebrada y fragmentada donde impera el sinsentido. Es un imperativo el triunfalismo…los afectos se han dejado de lado en función del triunfar. Se corre detrás del requerimiento social donde no hay tiempo para conectarse con uno mismo…tenemos que cumplir lo que ese exitismo exige.
La sociedad no es más una sociedad que nos protege y nos envuelve dándonos la seguridad necesaria. El consumismo ha suplido a la elección consciente guiada por nuestras reales necesidades. Ahora bien, si trasladamos todos estos “condicionantes” a los adolescentes podremos entender muchas de sus conductas… ¿qué sentido guía sus vidas en esa etapa tan trascendente? ¿Cuáles las directrices que separan lo que está bien y lo que está mal? No para el afuera sino para ellos mismos y sus sentires…Hay cabida para lo que sienten y para lo que necesitan? Están “marcados” por las características arriba mencionadas y no pueden “elegir” no tienen “plataforma” de despegue. La sociedad se encierra en una negación de su propia responsabilidad lo que dificulta desarrollar el necesario “escalón” del trabajo preventivo.
Licenciada en Psicología Susana Bartomeo . M.P 368
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