El presidente
de la Sociedad Rural de Río Gallegos, Miguel O’Byrne, advirtió que más
allá del resonante caso de abigeato de mayo pasado, donde está
involucrado un estanciero, continúa el constante robo de animales en
escala menor en estancias lindantes a la ciudad de Río Gallegos. Puso
como ejemplo lo sucedido días atrás en una estancia de la zona de Chimen
Aike, al sur de esta capital, donde sustrajeron más de una veintena de
animales, y en algunos casos fueron faenados en el mismo campo.
Explicó
que la estancia está cerca de la ciudad, y convive permanentemente con
este tipo de problemas, como es el abigeato y los perros asilvestrados
(los que son abandonados y se vuelven salvajes al no tener contacto con
humanos). “Para la estancia este último caso es grave, porque los
delincuentes ingresaron caminando unos 5 o 6 kilómetros adentro de la
estancia, hasta un potrero donde tenían las ovejas de plantel, las
especiales”, remarcó O’Byrne.
“Hay
varias denuncias por desaparición de hacienda de forma permanente, por
lo que deben patrullar día y noche para minimizar el impacto”, agregó el
representante de los productores en declaraciones al móvil de LU 12
Radio Río Gallegos.
Sobre
este último hecho de abigeato, advirtió que “lo delicado de este caso
es que la hacienda de plantel vale diez veces más que cualquier animal
común, pero son animales que estaban inseminados hace un mes, preparados
para el invierno con una serie de inyecciones y procesos de
veterinarios.
Esto tiene consecuencias a quienes lo puedan consumir”, resaltó O’Byrne.
Asimismo,
remarcó que más allá del “caso grande” que tiene involucrado al
estanciero Oscar Núñez, sospechado del robo de ovejas en la zona de La
Esperanza, en establecimientos cercanos a Río Gallegos “sucede de forma
constante y permanente” la sustracción de animales, a pesar que a partir
de ahora se “ataca de fondo para minimizarlo”. No obstante, afirmó que
“la Policía sabe bien quiénes son los que se dedican al robo hormiga o
escala más pequeña” en la zona, pero se trata de obtener las pruebas
suficientes para presentarlas en la Justicia.
Ladrones “profesionales”
El
estanciero de la zona de Chimen Aike, Jorge García, damnificado por el
último caso de abigeato, manifestó su impotencia ante el proceder impune
que un grupo de “ladrones profesionales” lleva adelante en forma
reiterativa, sustrayendo animales en los alrededores de Río Gallegos.
En
este marco denunció la existencia de un mercado negro que incluye a
carnicerías, y pidió la ayuda de Bromatología Municipal y Policía de la
provincia.
Relató
que aprovechando la oscuridad, como en tantas otras oportunidades, un
grupo de personas anónimas se adentró a pie 6 kilómetros en campos de su
pertenencia. Con la imprescindible ayuda de perros, “arrearon la
hacienda, direccionándola por guardaganados en los cuales se quedaban o
herían algunos animales. En esa instancia se perdieron alrededor de 30
ovejas, de las 400 que conformaban el piño”.
“Las
llevaron hacia el puente de río Chico -continuó narrando en diálogo con
LU12 Radio Río Gallegos-, lugar donde con gran profesionalismo faenaron
animales, a sólo escasos metros de la comisaría y resguardados en la
oscuridad de la noche”.
Daño
El
acto delictivo finalizó con el traslado de la carne en una camioneta,
“ocasionándonos un daño tremendo, porque además nos robaron hacienda de
primera, que pudimos lograr tras una labor de nueve años, de altos
costos y cuidados que demandan los procesos de inseminación”.
En
este marco resaltó que el daño puede trasladarse a cualquier vecino, ya
que en caso de que la mercadería se venda en carnicería, estarán
ofreciendo un producto riesgoso para la salud “porque los animales
estaban tratados con baterías provenientes de Australia para mejorar la
lana y calidad de animales; además, con drogas para inseminación y para
eliminar parásitos internos y la garrapata”.
García
alertó a la población para que se cerciore de los sellos de calidad de
las carnes, y también solicitó al Municipio que colabore con el control
exhaustivo.
“Además
hablaré con el GEOR (Grupo Especial de Operaciones Rurales), teniendo
en cuenta que es un delito difícil de combatir, pero entendiendo que no
se puede dejar pasar”.
Para
finalizar, expresó su impotencia porque “estas personas matan animales
para obtener una ganancia ínfima, de algo que a nosotros nos significa
una pérdida de dinero, sacrificio y tiempo, significativa”.LA OPINION AUSTRAL
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