EFICAZ CONTROL DE LA PIROTECNIA EN PUERTO DESEADO
Defensa Civil trabajó en conjunto para evitar accidentes
El coordinador de Defensa Civil de Puerto Deseado, Marcelo Castro, había anunciado a mediados de noviembre la intención de evitar inconvenientes con el uso de material pirotécnico durante las fiestas de fin de año. En la primera etapa, correspondiente a Nochebuena, el objetivo se cumplió cabalmente.
A diferencia de lo ocurrido en temporadas anteriores, desde el municipio se convocó, con una anticipación de varias semanas, a aquellos comerciantes que tuvieran intenciones de vender los tradicionales explosivos. En un par de reuniones fueron informados por representantes de la Dirección de Inspección General y de la Unidad Cuarta de Bomberos sobre las condiciones que deben cumplir quienes pretenden acceder a la autorización requerida por la ordenanza municipal vigente.
En los primeros días de diciembre, solamente siete comercios de la ciudad, que respondieron a los requisitos de seguridad establecidos, fueron inspeccionados y lograron el permiso y comenzaron, muy cerca del 24, la venta de los sonoros y multicolores productos.
De acuerdo al testimonio del funcionario de Defensa Civil no hubo heridos ni daños durante la noche navideña, pese a que, sobre las cero horas del 25 se advirtió una gran cantidad de explosiones de todo tipo y color.
A pesar de la insistencia a través de los medios, algunos vecinos advirtieron a esta corresponsalía que pudieron observar un número reducidos de bengalas, del tipo que se utiliza para hacer señales desde los barcos en alta mar. Esto preocupa especialmente porque en diciembre del 2005, uno de estos elementos cayó sobre el techo del hospital distrital y, por su altísima temperatura, lo perforó, cayendo sobre el sector de quirófanos, que permanecieron en reparaciones durante varios meses. Debido a un imprudente que nunca se identificó, la comunidad de Puerto Deseado vivió en aquel momento una notable emergencia sanitaria.
Algunos vecinos de barrios periféricos de la ciudad comentaron, asimismo, que se habrían escuchado algunos disparos con armas de fuego, pero no precisaron su posible origen. En este sentido no se registró ninguna denuncia específica en la comisaría local, por lo que el hecho es muy difícil de verificar.
La guardia del hospital funcionó en forma normal, pero sin un número especial de heridos que pudieran ocasionar los fuegos pirotécnicos o algún otro elemento.
TRANSITO, NORMAL
Debe destacarse también que, a diferencia de lo ocurrido en diversas rutas y otras ciudades, no hubo accidentes automovilísticos que ocasionaran víctimas. En este sentido la Dirección de Tránsito municipal, a cargo de Jorge Torres, también insistió en la necesidad de que los conductores evitaran ingerir bebidas alcohólicas. En esta ocasión, Tránsito logró acuerdos con dos agencias de remises para que mantuvieran una guardia mínima en la noche del 24. Algo similar ocurrirá el miércoles 31 y el 1 de enero.
En años anteriores la mayoría de las agencias directamente cerraban sus puertas, lo que generaba al día siguiente numerosas quejas de usuarios del único servicio de transporte público de pasajeros, ya que en Puerto Deseado no existe ninguna línea de micros o autobuses y las distancias se han extendido con el crecimiento de nuevos barrios.
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