La Sociedad Rural en sus primeros años
-texto del libro EL CAMPO DESEADO Y SU GENTE,
Mario dos Santos Lopes, Ediciones culturales EL ORDEN-
Desde su fundación la Sociedad Rural de Puerto Deseado fue una institución influyente, que no veló solamente por los intereses del sector, sino que gestionó logros para el progreso del pueblo.
En 1915 solicitaron a Ferrocarriles una rebaja en los fletes de mercaderías, lanas y haciendas, pedido que fue apoyado por distintos diputados nacionales.
En cuanto a las gestiones realizadas en busca de mejores servicios para la localidad se encuentran los trámites llevados a cabo por Jesús Larrañaga y Severino Amelung ante la casa central del Banco Nación pidiendo la instalación de una sucursal.
En 1919 debatieron la implantación de aduanas en el Territorio "ya que según lo expone el Sr. Amelung, la implantación de aduanas encarecería los artículos de primera necesidad, elevando el costo de vida, por lo que se pediría al Superior Gobierno su derogación".
También en 1919 "el Sr. Muruzábal expuso sobre la posibilidad de iniciar gestiones a fin de lograr una municipalidad electiva".
En los primeros días de 1920, la Sociedad Rural envió nota al Director General de Ferrocarriles "a fin de pedirle que interviniera a la brevedad ante la huelga ferroviaria local, a fin de evitar los perjuicios que esta situación creaba a los ganaderos de esta zona".
Durante ese mismo año se propuso, en una asamblea, que en nombre de la S.R. se gestione ante las compañías de navegación "la rebaja de fletes marítimos sobre lanas y cargas generales".
El espíritu y el empuje de aquellos hombres aparece reflejado, también, en las gestiones iniciadas ante el Ministerio de Agricultura y Ganadería de la Nación, para instalar "una escuela agrícola ganadera en la zona de Puerto Deseado, preferentemente ganadera".
En enero de 1921 la Sociedad Rural envió un telegrama al Presidente Hipólito Yrigoyen "solicitándole sea tratada en sesión extraordinaria del Congreso la "Comisión del Frigorífico" cuya importancia era grandísima para nuestra región".
En ese mismo año solicitaron a las autoridades del Ferrocarril la construcción de embarcaderos en todas las estaciones, y tinglados en las estaciones y puerto para depositar las lanas hasta tanto fueran embarcadas, como también el aumento de vagones jaula de dos pisos para transporte de hacienda. También gestionaron la habilitación de la estación Cerro Blanco para pasajeros y cargas.
Ya en 1922 enviaron telegramas y notas a las autoridades nacionales "para que se amplíe el interés por el Frigorífico, Ferrocarril, Muelle y Apostadero Naval". La Sociedad Rural, en este mismo sentido invitó a la Comisión de Fomento "a tomar la iniciativa de convocar a una reunión popular, para hacer conocer los justos anhelos de esta población".
Esta visión, que trascendía los intereses sectoriales, los llevó a enviar nota a Ferrocarriles solicitando "la urgente prolongación al Lago Buenos Aires y una línea accesoria que partiendo de Pico Truncado se internara hacia el sur en dirección al Lago Posadas".
Los textos que vamos reproduciendo en este resumen, recuerdan que en 1923 la Sociedad Rural "se sumó a los esfuerzos para la concreción del frigorífico en opuesta voluntad a los intereses de los grandes monopolios", aclarando que "también se sumó a este trabajo la férrea voluntad del Sr. Alejandro Menéndez Behety y el servicio prestado por el diputado nacional doctor Francisco Albarracín, quien propuso en la Cámara tratar sobre tablas el tema, lo que resultó siendo aprobado en forma de cooperativa".
Otra de las utopías que acariciaron los ruralistas de aquellos primeros años fue lograr la extensión del ramal ferroviario -interrumpido en Las Heras- hasta Aysén, en la vecina república de Chile, gestiones que confiaron en Alejandro Menéndez Behety y otros socios que se encontraban en Buenos Aires.
En 1924 solicitaron al Ministerio de Agricultura "la implantación de una estación experimental agrícola ganadera".
Por la misma época enviaron una nota a la Dirección General de Correos y Telégrafos una nota haciendo notar la importancia de llegar con el servicio telegráfico hasta el Lago Buenos Aires.
Una gran lucha de ese año fue la de los fletes. No se lograron resultados sustanciales en la reducción de las tarifas navieras; obtuvieron un diez por ciento en los viajes de ida desde Buenos Aires y entre otros puertos, hasta Río Gallegos inclusive. Esto tuvo su contrapartida en lo que consideraron un aumento abusivo de las tarifas ferroviarias, de un veinticinco por ciento.
En ese mismo año, la Sociedad Rural, acompañada por el gobernador Germán Vidal y el administrador de Ferrocarriles del Estado, peticionó ante el Presidente Marcelo T. de Alvear "la prolongación del ramal ferroviario, obteniendo opiniones favorables". Fue la misma institución la que comenzó a gestionar la construcción de las obras del puerto, que garantizarían un "fácil, seguro y rápido embarque" para las próximas cosechas.
En 1925 pidieron a la Dirección General de Tierras el trazado y ofrecimiento de quintas y chacras en el ejido de Puerto Deseado, ya que observaban que se estaban realizando pequeños cultivos en forma desordenada, sin plan ni medidas.
Ese mismo año gestionaron ante la dirección general de Yacimientos Petrolíferos de Comodoro Rivadavia "la venta directa de nafta a Colonia Las Heras, que se transportaría por tren desde la Estación 105 de la línea Comodoro Rivadavia, sin perjuicio de gestionar también el abastecimiento a Puerto Deseado por los barcos petroleros".
Las gestiones incluían, por supuesto, los agradecimientos cuando las obras se concretaban. Fue en ese año 1925 cuando agradecieron a la gobernación de Santa Cruz por "su acertada gestión para el arreglo y mejoramiento con una inversión de 11.000 pesos para el arreglo de los puentes y caminos que dan acceso a Jaramillo, Koluelk Kaike y Pico Truncado, bajo la dirección del ingeniero Pascual Marruiller".
Llegando a 1926, la Sociedad Rural solicitó que se incluyera en el proyecto de presupuesto del Territorio de Santa Cruz, partidas para la construcción de puentes en "La Angostura", sobre el río Deseado, y sobre el cañadón Botello, en las proximidades de la desembocadura del río.
El presidente de la S.R., Florencio Puchulu, propuso como socio honorario al diputado Francisco Albarracín, por las gestiones que había realizado para que Puerto Deseado pudiera contar con su frigorífico. La obra se había iniciado en octubre de 1924.
En 1927, y estando en construcción el camino que unía Comodoro Rivadavia con San Julián "se solicitó que éste empalme con el que parte del lote del Sr. Olaff, y así se tendría un buen camino de acceso a Deseado, y se propició también la construcción de un puente en el Paso de la Construcción".
Una iniciativa muy valiosa se produjo cuando la Sociedad Rural instituyó como premio para los festejos del 12 de octubre una medalla de oro en el marco de un certamen literario con el tema: "Estudios sobre la mejor forma de resolver la crisis que atraviesa la Patagonia".
Llegando a 1928, el 15 de enero de inauguró el muelle. Allí estuvo presidente el ingeniero Florencio Puchulu, presidente de la Rural, hablando en nombre de la institución que había planteado la necesidad imperiosa de esta obra.
Fue también en 1928 cuando se concretó otra aspiración importante. La Dirección General de puentes y caminos resolvió construir el puente sobre el río Deseado, en el Paso de la Construcción, "en el camino principal que uniría a Comodoro Rivadavia con Puerto San Julián, pasando por Fitz Roy y Antonio de Biedma". "Así se evitaría el cruce del río en nuestro puerto, a lo que está obligado el tránsito hacia el sur", detallan las memorias consultadas, y agregan que "también se inició la obra del puente sobre el río Deseado en la confluencia con el río Pinturas".
Ante el advenimiento del cincuentenario del fallecimiento del general San Martín, la comunidad inició una campaña para recaudar fondos para construir el monumento al Libertador. La Sociedad Rural contribuyó con doscientos pesos.
Dos gestiones muy importantes ocuparon a la S.R. en 1929. Insistieron nuevamente ante la administración de Ferrocarriles del Estado sobre los beneficios y el incremento del tráfico de mercaderías que podría acarrerar la continuación de la línea férrea hasta los valles andinos, como estaba previsto en el proyecto de Ezequiel Ramos Mexía. La comisión de la Rural envió nota al Presidente y al Ministro de Marina "solicitando se lleve a cabo el proyecto de instalación del Apostadero Naval creado para esta zona y en el río Deseado". En mayo de 1929 el gobierno nacional adoptó la resolución de establecer en la Bahía Uruguay el Apostadero de la segunda Región Naval.
En 1930 todo cambió en la Argentina, con el golpe militar que derrocó al presidente constitucional Hipólito Yrigoyen. Muchas obras y realizaciones quedaron violentamente interrumpidas. La Sociedad Rural solicitó al nuevo gobierno y a su ministro de Obras Públicas que "deje sin efecto la suspensión de las obras portuarias de Deseado, segunda sección del muelle, estación marítima, alumbrado de la zona y edificios portuarios".
El 4 de octubre la S.R. envió otra nota al ministerio de Obras Públicas, solicitando el arreglo del camino Deseado-Las Heras-Lago Buenos Aires "que por su gran tránsito y desastroso estado así lo requiere".
Durante el mismo año gestionaron ante la gobernación del Territorio "la construcción del camino Deseado-Río Gallegos en la parte correspondiente a San Julián- Deseado". También se solicitó la creación de escuelas agropecuarias en el Territorio de Santa Cruz.
El libro EL CAMPO DESEADO Y SU GENTE se encuentra a la venta en el stand del Taller Municipal de Pintura en la Exposición Rural, y en los siguientes comercios: DESEADO LIBROS, NUEVO CENTRO y AIKEN INSUMOS. En Buenos Aires: Editorial Dunken, Ayacucho 357. En Comodoro Rivadavia: Librería del Aeropuerto y Real Libros.
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