Mayúsculas, minúsculas y una ortografía emocional
Por Graciela Melgarejo | LA NACION
En estos días, en que nuevamente la actualidad se adueñó de todos, Fundéu elaboró una pequeña guía para "una buena redacción" dirigida a los que tienen que dar información sobre el papa Francisco o referirse a ella. Hay varias observaciones; estas son solo algunas: "Se escribe en minúsculas curia pontificia o curia romana , tal como indica el Diccionarioacadémico; los sustantivos obispo , arzobispo y cardenal (o purpurado ), por un lado, así comoobispado , arzobispado y pontificado , papado o ministerio petrino , por otro, se escriben asimismo en minúscula, de acuerdo con las normas de la Ortografía de la lengua española ; Santa Sede se escribe con mayúsculas por ser esta la denominación oficial, con personalidad jurídica propia, de la institución que dirige la Iglesia; el adjetivo papable , que sigue el modelo de alcaldable y presidenciable, puede considerarse válido con el sentido de 'candidato a papa' o 'posible papa' y así queda recogido en la Nueva gramática de la lengua española ; Habemus papam ('tenemos papa'), y no habemus papa , se escribe en cursiva y con papam terminado en eme (...)". Finalmente, el anillo que recibe el nuevo papa se llama anillo del Pescador, con anillo en minúscula y Pescador en mayúscula, o anillo piscatorio, no pescatorio .
Pero también la ortografía puede ser a veces emocional (como la inteligencia). A todos nos gusta usar mayúsculas, sentimos que les estamos dando a nuestras palabras de todos los días un poco más de peso, de gravedad. Por eso, hubo muchos lectores que dudaron bastante al leer la palabra papa en minúscula. La última edición de la Ortografía de la Real Academia Española, publicada en 2010, fue absolutamente clara al respecto. Y aunque ya se transcribieron aquí los párrafos relativos al uso de las letras minúsculas y mayúsculas en el caso de "Títulos y cargos", es bueno repetirlo porque la repetición es fundamental para aprender algo, bien y por mucho tiempo (o hasta que la Academia decida cambiarlo). En la página 470, se recuerda que "los sustantivos que designan títulos nobiliarios, dignidades y cargos o empleos de cualquier rango (ya sean civiles, militares, religiosos, públicos o privados) deben escribirse con minúscula inicial por su condición de nombres comunes, tanto si se trata de usos genéricos: El rey reina, pero no gobierna ; el papa es la máxima jerarquía del catolicismo ; el presidente de la república es un cargo electo ; como si se trata de menciones referidas a una persona concreta: La reina inaugurará la nueva biblioteca ; El papa visitará la India en su próximo viaje (...) Cuando el nombre del cargo y de la institución coinciden, el cargo debe escribirse con minúsculas, reservando la mayúscula para la institución".
En "Apodos y alias", la RAE nos consuela y nos da cierta libertad: "Los apodos y alias son denominaciones de carácter descriptivo basadas en algún rasgo de la condición de la persona a la que nombran, que se utilizan acompañando a su nombre propio o en sustitución de este. Se escriben siempre con mayúscula incial y habitualmente precedidos de artículo: Lola Flores, la Faraona; Sandro, el Gitano (...)". Por eso, Carlos Gardel seguirá escribiéndose "el Zorzal Criollo", como corresponde.
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