Graves incidentes en Deseado: incendios en plantas pesqueras y violenta toma del municipio
Las cámaras, depósitos y otras instalaciones de tres plantas pesqueras de Puerto Deseado fueron presa de voraces incendios provocados ayer por centenares de enardecidos marineros que de esta manera pusieron fin a la tregua que se habían autoimpuesto en el marco de un conflicto laboral, donde también existe una feroz interna con la conducción nacional del mismo gremio.
Caleta Olivia (Agencia)
Los siniestros fueron el epílogo de una violenta jornada que comenzó a desatarse después del mediodía, la cual también incluyó una marcha de protesta con sucesivas roturas de vidrios de un total de quince plantas pesqueras; la quema de un camión estacionado en el predio de la empresa Vieyra y la toma del edificio municipal.
Hasta el cierre de esta edición no se tenía conocimiento de posibles detenciones de los vándalos por parte de las autoridades policiales, cuya intervención se habría limitado a evitar que los incidentes se propalaran.
En tanto, hubo corridas de bomberos de la Unidad IV que depende de la misma Policía de Santa Cruz y de la Prefectura deseadense.
ANTECEDENTES
La protesta de los marineros comenzó hace aproximadamente un mes y se agravó en el curso de las últimas semanas con el bloqueo a todas las plantas pesqueras, imposibilitando la extracción de insumos para la pesca.
Esto motivó que también se paralizara la operatividad de los buques, sobre todo langostineros, a dos meses de finalizar la zafra anual.
El conflicto también paralizó la actividad de trabajadores de otros rubros, como los fileteros y estibadores, poniendo en jaque la economía global de esa comunidad portuaria que centra su impulso en la industria pesquera.
Además, se proyectó al plano regional ya que imposibilita que marineros de Caleta Olivia puedan embarcarse, generándose cruzadas y acusatorias críticas entre ambas partes.
Por si ello fuera poco, a comienzos de semana un dirigente que envió la conducción nacional del SOMU para intervenir la delegación deseadense fue golpeado brutalmente por los huelguistas.
Es que el SOMU de Puerto Deseado endilga a la conducción haber firmado un convenio con las cámaras pesqueras sin consulta previa y en detrimento de los intereses de los afiliados. Además, reclama que se elimine el impuesto a las ganancias.
EL DETONANTE
Con esta explosiva situación laboral, los manifestantes habían otorgado plazo al intendente Arturo Rodríguez hasta el mediodía de ayer para que se hallara una solución en esferas gubernamentales, ya que incluso habían advertido que podían cortar la ruta nacional 3, en el cruce con la ruta provincial 281, a unos 120 kilómetros de Puerto Deseado, aunque ello hasta anoche no había prosperado.
Luego de realizar una breve asamblea en instalaciones de la planta CARSA, los marineros marcharon hacia el edificio municipal, pero se encontraron con que no había respuestas porque el jefe comunal había viajado a Puerto Santa Cruz para asistir al acto presidido por Néstor Kirchner.
Como la tensión iba subiendo, fueron recibidos por el presidente del Concejo Deliberante, Enrique Barría, quien se hallaba a cargo del Ejecutivo. Delante de ellos, el edil se comunicó telefónicamente con Rodríguez, pero luego de balbucear algunas palabras, el mandatario cortó abruptamente la comunicación, según relataron a Diario Patagónico varios manifestantes.
Entonces los hechos reemplazaron a las palabras y allí mismo se decidió la toma pacífica del edificio municipal, al tiempo que se «invitaba» a los empleados a abandonar el mismo. Como era de esperar, no hubo oposición.
MARCHA DE LA BRONCA
Los más de 400 marineros iniciaron luego una marcha hacia las plantas pesqueras, gran parte de las cuales se hallan en proximidades de la ría, ya por entonces con el ánimo exaltado.
En el trayecto, produjeron una sucesión de roturas de vidrios, en todos los casos correspondientes a plantas pesqueras, sin dañar domicilios o comercios particulares.
Los incidentes cobraron mayor vilo en el predio de Vieyra, donde un grupo se desprendió del resto y volteó un camión de pequeño porte que se hallaba en la playa de estacionamiento.
Allí se produjo una confusa situación, ya que algunos marineros indicaron que en realidad ese hecho fue protagonizado por «infiltrados». Lo cierto es que el vehículo comenzó a incendiarse cuando ya se retiraban los manifestantes, atribuyéndose el inicio de las llamas a un cortocircuito o al derrame de combustible.
LLAMARADAS
Minutos después de las 16, la situación se tornó aún más grave ya que los grupos antagónicos se dirigieron casi en forma simultánea hacia la planta de Arbumasa, donde produjeron un incendio en la cámara de frío. El siniestro causó grandes pérdidas, pero también se produjo otro que alcanzó grandes dimensiones en Empesur, donde el fuego destruyó un inmenso depósito, al tiempo que se registraba otro foco de consideración en la planta de Santa Elena.
Los bomberos alcanzaron a controlar este último siniestro, aunque la simultaneidad de hechos similares impidió que pudieran llegar a los restantes sitios.
Por si esto fuera poco, otro grupo de manifestantes ingresó a las instalaciones de Pescargen donde abrieron contenedores y esparcieron en el suelo varios centenares de kilos de calamar y langostino, procesados y listos para exportación. En total, se estima que entre trece y quince plantas de procesamiento y almacenamiento de productos ictícolas sufrieron las consecuencias de los desmanes.
En tanto, hasta el cierre de esta edición no había indicios de que los marineros cumplieran su amenaza de cortar rutas. «Si nos quedamos a la salida del pueblo, en la 281, estaremos causando serios problemas a esta población y si vamos al cruce con la ruta 3, necesitaremos una mayor logística para seguir la lucha porque hay que cubrir un trayecto de más de 100 kilómetros», reveló un vocero del grupo de manifestantes.
Diario EL PATAGONICO, Comodoro Rivadavia
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