Más de mil personas, con la participación de varios gremios estatales y privados, hicieron un extenso recorrido por diversas calles del centro y de la periferia de Puerto Deseado, reiterando los reclamos de diálogo y recomposición salarial al gobierno provincial.
Previamente la multitud participó en una misa frente a la Carpa Blanca instalada en el centro de la ciudad, y que celebrada por el párroco Enrique Lapadula, en un marco altamente emotivo en el que se recordó al asesinado docente Carlos Fuentealba.
Tal como se viene observando, fue nula la presencia de autoridades o representantes del ejecutivo municipal. Pudo observarse, en cambio, la participación activa de los concejales justicialistas Jorge Navarro y Raúl Mella, quienes promoverían una iniciativa similar a la aprobada por sus pares de Puerto San Julián.
La marcha, realizada en una noche fría y después de la jornada laboral, convocó nuevas columnas de trabajadores de la construcción, portuarios, plantas pesqueras, municipales y del hospital distrital. Directivos de escuelas y jardines de infantes estatales y privados, padres, estudiantes de los diversos ciclos y representantes de diversos sectores de la comunidad cerraron el acto entonando el Himno Nacional Argentino luego de más de dos horas de manifestación.
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