80 años del colegio María Auxiliadora de Puerto Deseado

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Cumplió 80 años el I.M.A. de Puerto Deseado

Con el decidido apoyo de una activa Comisión de Damas de la localidad y la aceptación de la población en general, el 23 de junio de 1929, se inauguraba el Colegio Hermanas de María Auxiliadora. Ardua fue la tarea que realizó aquella Comisión Pro Colegio por su fundación, con el apoyo y el prestigio que aportaron el Gobernador, el Juez Letrado, la Comisión de Fomento, el Subprefecto, el Comisario, la prensa local y los vecinos del pueblo y del campo.
La obra de Don Bosco llegaba así a llenar una necesidad cada vez más sentida en este medio educacional, con la creación de un internado para niñas donde pudieran adquirir el conocimiento de las letras, las dotes morales y espirituales. En su primer local las condiciones eran poco apropiadas, a la alta función a desarrollar dentro de la enseñanza. Dos años más tarde se colocaba la piedra fundamental del edificio propio, feliz coronamiento de la labor de su primera directora, Sor Luisa Rosso. Y así con el transcurrir de los años la sucedieron otras directoras como la religiosas Eloisa Fernández, Agueda Tempera, Antonia Brera, Irma Cabria, entre otras.
El discurso de la inauguración estuvo a cargo del ingeniero Florencio Puchulu. Los alumnos del Colegio Salesiano participaron de esa fiesta aportando hermosos cantos; las niñas Pilar Muruzábal, Julia A. Crosta y Zaída Chiarrone recitaron alegres poemas.
El Rvdo P. Félix Stevenne, segundo director de la obra salesiana en Puerto Deseado cerró el acto recordando al inmortal Don Bosco, su obra y el bien efectuado en la Patagonia por los salesianos y las Hermanas de María Auxiliadora.
"La creación del internado para niñas era una de las manifiestas necesidades que urgía satisfacer, y cumplidamente se llena el íntimo anhelo de tantos hogares con esta casa de educación, bajo la dirección y asistencia de la Congregación Salesiana, benemérita institución que tantos títulos se tiene ganados a la consideración pública", dijo en aquella oportunidad el ingeniero Florencio Puchulu.

Material cedido por el Archivo Histórico Municipal