Luego de tres días de extrema exigencia física, los 1.200 corredores de la décima edición del Cruce pudieron cruzar al territorio chileno y finalizar con los más de 100 km de recorrido por la Patagonia. Dos dignísimas representantes de Puerto Deseado, Paola Juanto y Georgina Licoff, fueron parte de esta exigente competencia. El entrenamiento permanente, el coraje y la decisión de llegar al final les permitieron ser parte de esta extensa competencia.
El Cruce de los Andes 2011 comenzó el viernes 4 a escasos metros del Lago Ruca Choroi. A partir de ese mismo día, el equipo Salomon Optitech; conformado por Gustavo Reyes y Nelson Ortega; empezó a sacar las primeras diferencias y llegó al Lago Ñorquinco en la primera ubicación, tras 2 horas, 7 minutos y 43 segundos. “Se pudo correr bastante. El suelo lo permitía y pudimos aprovecharlo. Al final regulamos un poco para poder llegar bien al resto de la competencia”. Una estrategia que días después les daría resultado.
El segundo día de carrera, sábado 5, era el gran reto a superar. El recorrido mostraba enormes elevaciones y descensos muy pronunciados que eran peligrosos para los corredores y exigían un desgaste físico muy grande. Sin embargo, nada impidió que la pareja Nº 1 volviera a ser la más rápida del circuito y, con un tiempo 3 horas, 31 minutos y 45 segundos, esperaron la etapa final más tranquilos y con grandes chances de resultar ganadores. “Esta etapa fue mas dura de lo que esperábamos. Se nos cansaron mucho las piernas, pero igual sacamos una ventaja rápida, como el primer día. Mañana intentaremos tomar nuevamente la delantera pensando en ganar”. Y para demostrar que los 35km desde Ñorquinco a Moquehue fueron realmente difíciles, basta con destacar que muchas parejas tardaron más de 8 horas en cruzar la meta. Incluso hubo quienes tardaron 11 hs.
La jornada final, con recorrido desde el Lago Moquehue hasta Chile, a través del paso Icalma (IX Región de la Araucanía) era el último gran desafío a enfrentar.
Los tres días mostraron un sol radiante, lo que permitió que los corredores puedan desenvolverse en el terreno sin tantas complicaciones. Además, es necesario destacar las bellezas naturales que pudieron recorrer: Aluminé y Villa Pehuenia son de los lugares más lindos del planeta, con grandes montañas, mucho verde y lagos increíbles. Un paisaje verdaderamente paradisíaco.
OBJETIVOS
La décima edición del Cruce de los Andes llegó a su fin y la organización se complace en resaltar que se cumplió el objetivo primordial de la misma: llevar a cabo la realización de una carrera de aventura para los amantes de la montaña. Con exigentes y variados recorridos en cada etapa y año tras año. Y con ese repentino surgimiento de camaradería, unión y fraternidad entre todos los participantes. Esa es la principal característica que siempre destacó al Columbia Cruce de los Andes.
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