El Calafate, (Corresponsal diario LA OPINION AUSTRAL).- 04:56 del domingo. Otro susto para los calafatenses que se despertaron cuando sus viviendas se movieron. Fue otro temblor, el segundo en el mes, y los de la villa turística comienzan a asustarse o acostumbrarse, según el caso.
Hasta el cierre de nuestra edición, la ex Defensa Civil de la provincia no tenía información desde las centrales sismográficas de la Patagonia.
La oficina de la ONEMI, institución de emergencia chilena que registra los movimientos telúricos a lo largo de ese país, no tenía datos.
El martes pasado la ciudad había tenido un sacudón, también en horas de la madrugada, casi a la misma hora. Los comentarios de los vecinos advertían que había sido a las 04:45 horas.
En aquella oportunidad, los sensores chilenos habían arrojado que el epicentro había sido localizado en el norte de la Patagonia chilena.
Si bien Santa Cruz tiene zonas de riesgo, en este caso al sudoeste de El Calafate, la localidad y alrededores se sitúan en una zona pasible de movimientos, pero son mayormente alertas.
La falta de estaciones que detecten y midan los movimientos sísmicos en esta provincia complica saber el origen y posibles consecuencias de este tipo de fenómenos.
Dependiendo del sector de la localidad, los comentarios sobre cómo se sucedió varían en algunos detalles. Los vecinos lo comparan con el de una semana atrás y otros con el del mes pasado. Los que llevan más años y son más memoriosos recuerdan similares sucesos de varias décadas atrás.
Tanto en los barrios altos como en lo bajo, más cercano al lago, el temblor se sintió. “Sacudón”, “temblor”, “vibración”, son los términos que elijen los calafatenses para narrar el episodio que a más de uno asustó en la madrugada.
Vecinos de la “zona de chacras”, donde se ubica la casa de la presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner, también se despertaron por el movimiento, lo que deja a las claras que también a la primera mandataria le tocó vivir el temblor.
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