EL ORDEN DIGITAL

miércoles, 12 de febrero de 2014

DELICADA SITUACION EN LA UOCRA/ PODRIA HABER CORTE DE RUTA EN CALETA OLIVIA

EN LA CIUDAD DE LA RIA HUBO UNA BATALLA CAMPAL QUE DEJO COMO SALDO VARIOS HERIDOS, UNO DE GRAVEDAD
Rebelión de disidentes en sedes de UOCRA de Caleta, Truncado y Deseado
 
La feroz interna en el gremio de la construcción se extendió ayer a varias localidades de Santa Cruz Norte. En forma simultánea, distintos grupos disidentes se lanzaron a tomar las sedes de Caleta Olivia, Pico Truncado, Las Heras y Puerto Deseado, habiendo solo cumplido su objetivo a pleno en la ciudad del Gorosito durante cinco horas. En Deseado se produjo una batalla campal con un saldo de varios contusos y un herido de gravedad.


La policía bloqueó todas las calles del entorno del edificio gremial en Caleta Olivia para evitar posibles enfrentamientos.
Caleta Olivia (agencia)

La policía movilizó a cientos de efectivos en todas las localidades mencionadas para evitar que los enfrentamientos derivaran en situaciones trágicas.
Los disidentes de la conducción de Cristian Salazar -que dicen ser en su mayoría desocupados- exigen que ese dirigente, que “hace pocos meses tomo el gremio a punta de pistola”, se vaya lo antes posible. También pidieron que la conducción nacional de la UOCRA le quite los fueros o lo desplace hacia otra zona.
En Caleta Olivia, los vecinos del barrio Malvinas Argentinas que aún estaban atemorizados por la balacera que se produjo el martes 4, volvieron a despertarse con otro incidente.  Los que residen en proximidades de la sede gremial, en la esquina de las calles José Fuchs y Juan José Paso, mantuvieron cerrados los postigos de sus ventanas, aunque afortunadamente esta vez no hubo balazos.

LLAVE EN MANO
Quienes ingresaron a la sede gremial no encontraron resistencia dado que aparentemente no había sereno ni gente de Salazar en su interior. Además lo hicieron con “llave en mano” ya que, según reveló uno de los voceros a Diario Patagónico, “nosotros compramos un manojo de llaves a otra persona”, con lo cual dio a entender que la toma había sido bien planificada.
Minutos después de ese operativo sindical, la policía montó el suyo ya que decenas de uniformados bloquearon las calles adyacentes utilizando patrulleros y vallas que solicitaron al municipio.
Los manifestantes que se hallaban en el interior del edificio decían ser 60 y que entre ellos había niños y mujeres, pero cuando se fueron, casi exactamente al mediodía, quedó en evidencia que solo eran una veintena, todos hombres jóvenes que en su mayoría ocultaron sus rostros con pañuelos y pasamontañas.
Mucho antes, la policía tuvo que contener a poco menos de un centenar de individuos que formaban el grupo de apoyo en el exterior, los cuales se habían concentrado a unos 200 metros, en una de las esquinas del supermercado Carrefour, hecho que llevó a la confusión de otros vecinos que pensaban que se iba a producir un saqueo en esa firma comercial.
Alrededor de las 11 este grupo se acercó a cien metros de la sede gremial y los policías se aprestaron a intervenir, pero se impusieron el diálogo y la cordura, sobre todo por la actuación del comisario inspector Javier Vidal, integrante de la jefatura de la Unidad Regional.
El resto de los uniformados se mostró estricto con peatones y con la prensa, ya que incluso algunos oficiales amenazaron con quitar la cámara fotográfica a un reportero gráfico de Diario Patagónico, al tiempo que ordenaban que no se registraran imágenes.

REPLIEGUE
La tensión aflojó cuando acudió el abogado particular Marcelo Fernández para mediar entre los que tomaron el gremio y la policía.
Además, los disidentes de Salazar dijeron que se irían para evitar una posible represión por parte de la fuerza de seguridad y también consideraron que habían cumplido con su objetivo, asegurando que no habían provocado ningún destrozo en las instalaciones.
Algunos encapuchados se alejaron saltando un paredón y se unieron al grupo de apoyo que los esperaba a cien metros, tras lo cual todos se dirigieron caminando y cantando consignas hasta la Plaza 20 de Noviembre (a varias cuadras del lugar) para realizar una asamblea.
De allí marcharon hacia la Secretaría de Trabajo donde fueron recibidos en el acceso por el director regional Zona Norte, Javier Aravena, quien les dijo que ese organismo no tenía facultades para tomar decisiones que tuvieran que ver con la intervención.
Finalmente, los disidentes acordaron volver a reunirse a las 5 de la madrugada de hoy, probablemente en la Plaza 20 de Noviembre, donde decidían los pasos a seguir y en ese contexto trascendió que no se descartaba la posibilidad de un corte de ruta.
 
DIARIO PATAGONICO

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