Obispos piden a funcionarios mejores leyes para la minería
El documento de los Obispos de la Patagonia advierte la necesidad de cuidar el ecosistema. Dicen que son empresas multinacionales “que hacen aquí lo que no se les permite en países desarrollados”. Bregaron por el derecho a la vivienda.
Los obispos de Chubut, Neuquén, Río Negro y Santa Cruz (Obispo Juan Carlos Romanín) elaboraron un mensaje de navidad, que darán a conocer en los próximos días. En el comunicado, donde participa Juan Carlos Romanín, cuestionan duramente la minería.
La misiva pide a gobernantes y funcionarios mejores leyes para esta actividad.
El pedido se efectúa cuando el lunes el gobernador defendió el proyecto de zonificación minera que fuera aprobado en la legislatura santacruceña.
Vivienda
En un tramo del mensaje en elaboración que darán a conocer dentro de algunos días, los religiosos que “el drama de Belén hoy se repite. Hay quienes no tienen lugar porque se les niega el derecho a la vida antes de nacer, así como existen ancianos que sufren el desalojo y alejamiento de su propia familia. Hay familias que por la inseguridad y la violencia sufrida pierden su casa y sus bienes. Y de no tomarse en serio el cuidado del suelo, el aire y el agua muchos más quedarán sin “un lugar” para vivir”.
Luego destaca el comunicado que “en la vida cotidiana cuando alguien puede llegar a tener una casa propia se esmera para hacerla habitable, trata de mejorarla cada día y no permite que alguien la arruine o destruya. Así tendría que ser nuestra relación con la naturaleza que nos cobija, tanto más para aquellos que vivimos en este rincón maravilloso del planeta: la Patagonia. Un lugar ciertamente muy codiciado por ser aún natural, por no haber sido dañado por la mano del hombre, por ser uno de los reservorios de agua dulce más importante del mundo. Es por eso que nos preguntamos: ¿Qué intenciones pueden inspirar a ciertos proyectos que terminan transformando una naturaleza llena de vida en tierra de muerte? La explicación posible parece ser la búsqueda del lucro inmediato sin alguna preocupación por el futuro. Esta actitud no tiene en cuenta “el bien común” y prioriza el interés de unos pocos en desmedro de las necesidades de la familia humana de hoy y de mañana".
Minería
En tanto, la misiva se refiere a las empresas que realizan la actividad minera. Advierten que “con frecuencia”, son empresas “multinacionales” que “hacen aquí lo que no se les permite en países desarrollados o del llamado primer mundo”. Abundan que “generalmente al cesar sus actividades y al retirarse dejan grandes pasivos humanos y ambientales, como la desocupación, pueblos sin vida, agotamiento de algunas reservas naturales, deforestación, empobrecimiento de la agricultura y ganadería local, cráteres, cerros triturados, ríos contaminados y algunas pocas obras sociales que ya no se pueden sostener. La pesca y la minería son actividades necesarias, nobles y dignas de ser aprobadas, siempre que se ejerzan evitando la depredación impune y la contaminación. Hay que cultivar la tierra, sin intoxicarla y sin agotarla. Todas las actividades productivas y extractivas, deben respetar un determinado orden inscrito en las leyes y en la finalidad de la naturaleza para que no se vuelvan contra el hombre. Debemos entonces ser consientes y estar preocupados por las consecuencias de la actividad del hombre, sobre los frágiles equilibrios del planeta. La afirmación del Evangelio que estamos comentando, es dramática y muy triste: “no había lugar”, más dramática y triste cuando es producto del egoísmo humano y de una ausencia total de solidaridad”, expresan en otro tramo del documento de Navidad.
TIEMPO SUR
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