Obispo de Santa Cruz contra los matrimonios homosexuales

Romanín redobló sus críticas contra los matrimonios entre homosexuales
La Diócesis de Río Gallegos emitió un duro comunicado sobre las uniones civiles de las personas del mismo sexo. El Obispado sostuvo que «en las uniones homosexuales están completamente ausentes los elementos biológicos y antropológicos del matrimonio y de la familia”.

En un comunicado de prensa el Obispo de Río Gallegos, Juan Carlos Romanín, se refirió a la unión civil de dos personas del mismo sexo en Tierra del Fuego durante esta semana.
Con el título: “Acerca de la legalización de las uniones homosexuales” la Diócesis de Río Gallegos aclara “algunos conceptos referentes a la legalización de las uniones homosexuales desde la Doctrina de la Iglesia, subrayada en este último tiempo por el Episcopado Argentino”, indica en su primera parte el comunicado.
“Es necesario aclarar que el respeto a estas personas no implica el legalizar sus actos. Debemos pensar en las generaciones venideras, como los niños, crecerán pensando que esta conducta homosexual es natural, especialmente si lo hacen en un «hogar» homosexual”.

Reclamo
“Pedimos a la sociedad promulgar leyes de acuerdo con el orden moral y al respeto de los derechos inalienables de cada persona. Como dice Santo Tomás de Aquino: «Toda ley propuesta por los hombres tiene razón de ley en cuanto es conforme con la ley moral natural, reconocida por la recta razón». Las legislaciones favorables a las uniones homosexuales son contrarias a la recta razón porque confieren garantías jurídicas análogas a las de la institución matrimonial a la unión entre personas del mismo sexo.
La sociedad debe su supervivencia a la familia fundada sobre el matrimonio. La pareja heterosexual dentro de la familia ejerce un rol procreativo y un rol educativo. Una unión homosexual cambiaría radicalmente lo que hoy entendemos por familia: padre, madre e hijos. La consecuencia inevitable del reconocimiento legal de las uniones homosexuales es la redefinición del matrimonio”.

Acto sorpresivo
“Por otro lado, el no reconocer las uniones homosexuales no deja de lado todos los derechos que la sociedad le reconoce a cada uno de estos individuos, por lo que es falso que se diga que tienen menos derechos civiles que otros. Los derechos fundamentales de toda persona deben ser respetados”.
“Nos llama la atención que no se haya permitido dar un debate prolongado y profundo sobre una cuestión de tamaña trascendencia y, en cambio, se haya hecho todo silenciosa y sorpresivamente. Esto constituye un signo de grave ligereza y sienta un serio precedente legislativo para nuestro país y para toda Latinoamérica”, señala el comunicado que lleva la firma del obispo Romanín.

DIARIO PRENSA LIBRE