Pese a que la concentración de los gremios y trabajadores en general estaba prevista para las 12 del mediodía, de a poco y desde pasadas las 10 de la mañana comenzaron a arrimarse a la zona de la Legislatura, con el objetivo de dejar expreso su rechazo a los proyectos enviados por el Ejecutivo para que los diputados sancionen la emergencia económica.
Como ya lo habían adelantado en los días previos, la intención de la mesa de unidad sindical era impedir la realización de la sesión extraordinaria que trataría esto y el resto de leyes que estaban dentro del paquete que ingresó el martes en horas de la tarde.
Pese a que no se especulaba con una masiva presencia de trabajadores, el ánimo con el que llegaba la gente era más que exaltado desde horas tempranas, y la fuerte presencia policial, con la incertidumbre de lo que podía suceder, fueron encendiendo la llama que derivaría finalmente en lo que sucedió. Fuertes enfrentamientos entre manifestantes y la Policía que arrojaron un saldo de más de 20 heridos entre trabajadores y personal policial, pero lo más notable de todo era la tristeza, desesperación y angustia de la gran cantidad de gente que, pasado el mediodía, no podía controlar la efervescencia popular.
Cabe acotar que todas las entradas del edificio estaban cubiertas por los manifestantes del lado de afuera y por dentro con una fuerte presencia policial, y que el gremio que más resistencia opuso, al menos en los enfrentamientos con la Policía, fue el SOEM de Río Gallegos, quienes habrían sido los que llevaron las “bombas molotov”.
Disfrazados
La sesión estaba prevista para las 16 horas, y con la presunta presencia en el interior de la Cámara de Diputados del Frente para la Victoria en un número que le aseguraba el quórum, los manifestantes incrementaron sus reclamos ante la posibilidad de ver cada vez más cerca la sanción de una ley que a su entender “cercenaba sus derechos y conquistas sociales”. Al parecer el hecho que habría colapsado la paciencia de los manifestantes fue que algunos diputados y el vicegobernador Fernando Cotillo ingresaron al recinto por detrás de la Legislatura, en calle Muratore, “disfrazados de policías”. Allí habrían sido identificados, e incluso se generaron forcejeos con algunos trabajadores y la Policía, encendiendo así una mecha que pocos minutos más tarde haría explotar del todo a los manifestantes.
De los insultos y amenazas de un primer momento se pasó, cerca de las 13 horas, a una fuerte represión policial que, con intentos de dispersar a los manifestantes comenzó a disparar gases lacrimógenos, pero contrariamente al objetivo planteado los policías recibieron una lluvia de piedras, y lejos de retroceder enfrentaron a la fuerza.
Minutos más tarde se acrecentó la presencia del personal de la guardia de infantería por calle Muratore hacia la esquina de la Legislatura, pero los enfrentamientos se multiplicaron en cuestión de minutos con policías en las adyacencias del recinto, llegando así hasta la calle Kirchner, Don Bosco, Tucumán, Chile y en todos los alrededores de la Cámara.
Suspensión
La situación de extrema violencia se vivió incluso después de que los diputados oficialistas anunciaran formalmente la suspensión de la sesión. Lo hicieron primero a través de una conferencia de prensa a las 14:30 horas y minutos después les llegó a los manifestantes la resolución de Presidencia suspendiendo la sesión, la cual fue leída a los trabajadores. Sin embargo, el clima seguía tenso porque los trabajadores aseguraron que no se moverían de allí hasta que “no den de baja el proyecto”.
Esta postura firme de los trabajadores enardeció a los policías que intempestivamente comenzaron nuevamente con una brutal represión dando lugar, cerca de las 15:30 horas, al momento de mayor enfrentamiento y en el cual se gestó la mayor cantidad de heridos.
LA OPINION AUSTRAL
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