EL ORDEN DIGITAL

martes, 13 de diciembre de 2011

La ambulancia tardó 45 minutos. Interrogantes y detalles sobre la muerte de un policía en Ramón Santos

Los pormenores del accidente que le costó la vida al policía de Ramón Santos

El accidente que terminó con la vida del policía de Ramón Santos, José Luis Noria (27), no se produjo durante un control en ese puesto interprovincial sino cuando el grupo que había ingresado al campo lindero regresó a buscar los vehículos que dejaron en el lugar. La víctima tenía una estrecha relación de amistad con al menos dos de las personas que se encontraban allí y el arma que se disparó estaba en el interior de la camioneta que habían utilizado.

Noria tenía una gran amistad con Luis Deluca y junto a un grupo de amigos civiles y de otras fuerzas nacionales de seguridad, solían pasar tardes de campo o pesca en las inmediaciones del puesto interprovincial Ramón Santos. El sábado planearon una de esas salidas y quedaron en encontrarse en el puesto limítrofe.

En el grupo estaban Deluca –quien se encargó de hacer la aclaración sobre lo sucedido a Diario Patagónico–, un amigo suyo de una fuerza nacional de seguridad y un civil con su hijo adolescente. A ellos también se iba a sumar Noria, pero como estaba de guardia no pudo hacerlo. En cambio, les propuso que los acompañase un camarada suyo que no se encontraba de servicio.

El programa incluía una tarde de caza, para lo cual tenían dos fusiles –con sus respectivas documentaciones– y como Deluca no manipula armas, a él se le encomendó la conducción del vehículo. Así se fueron los cinco integrantes en una camioneta y dejaron los otros rodados estacionados en el puesto.

EL REGRESO
Al llegar la tarde y sin haber cazado animal alguno, regresaron al punto de partida. Noria salió al encuentro y todos descendieron de la camioneta. Un fusil quedó atrás, con el caño hacia arriba y la culata trabada con el asiento delantero. El policía que los había acompañado se fue al destacamento porque a las 19:30 debía tomar la guardia, aunque todavía faltaban casi dos horas para ello.

Los tres adultos que habían ido al campo charlaban con la víctima a la par de la camioneta, al tiempo que uno de ellos buscaba sus cosas en otro de los vehículos. El adolescente no estaba a la vista de ellos mientras charlaban y de pronto se oyó el estruendo que hirió a Noria. “Me pegaron en las dos piernas”, dijo al caer al suelo.

El menor apareció desde la parte de atrás de la camioneta diciéndoles a los mayores que había quedado aturdido por el estruendo y hasta entonces no se podía entender de dónde había salido aquel disparo. Después, se descubrió el orificio que quedó en la puerta de la camioneta y allí se vio que el fusil ya no estaba como lo habían dejado, sino que se hallaba recostado en el asiento trasero con el caño en dirección hacia el lugar donde salió el disparo. Lo curioso es que junto al arma también había un proyectil con su plomo apuntando en dirección contraria. Lo raro de ello es que esa bala era la que estaba en el primer lugar del cargador y después apareció fuera del arma.

A todo esto, como en el grupo había un médico fue él quien le brindó los primeros auxilios a Noria, mientras se esperaba la llegada de la ambulancia, la cual tardó 45 minutos en presentarse en el lugar y trasladó a la víctimas hasta el Hospital Regional de Comodoro Rivadavia, donde lamentablemente falleció en la tarde del domingo.

En el fortuito hecho tomó intervención el juzgado de Caleta Olivia a cargo del juez Mario Albarrán, desde donde se investiga el lamentable suceso que terminó con la vida del policía. En virtud de ello se efectuaron pericias de rigor y se secuestraron el arma y la camioneta desde la cual salió el disparo. 
 
DIARIO EL PATAGONICO

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