EL ORDEN DIGITAL

miércoles, 2 de junio de 2010

Nadia Monasterolo, feliz junto a sus hijos/ Se salvaron de milagro en la ruta 3

Rumbo a Puerto Madryn, se salvaron por milagro
Periodista accidentada regresó a Deseado con sus hijos


Un accidente que podría haber tenido consecuencias fatales fue protagonizado el pasado domingo por la periodista Nadia Monasterolo, quien se desempeña profesionalmente hace varios años en Puerto Deseado. Actualmente se encuentra al frente de la Dirección General de Medios del municipio. Sus pequeños hijos salvaron la vida milagrosamente.

En declaraciones al programa radial Deseado Revista, Nadia Monasterolo comentó que "el domingo íbamos hacia Puerto Madryn en una ruta recta, con mis dos hijos y con cinturón de seguridad, y a sesenta kilómetros de Comodoro Rivadavia nos topamos con un conductor irresponsable que nos puso en una situación tremenda". La periodista viajaba hacia esa ciudad chubutense para encontrarse con su pareja, Daniel Medina, ya que el barco en el que se encuentra navegando tenía previsto ingresar a dicho puerto.
"Un inconsciente, un imbécil, en plena ruta recta trató de adelantarse a un camión, y en ese momento se encontró conmigo", señaló, agregando que "tenía estas opciones: o me llevaba puesto el auto, o me iba contra el camión o me iba contra la banquina". El vehículo quedó aproximadamente a cuarenta metros de la ruta.
Conmocionada todavía por la situación, en la que el auto dio varios tumbos, explicó que su hijo Facundo, de tres años, "está perfecto, gracias a que tenía el cinturón y eso hizo que amortiguara, en tanto Julieta (1 año), salió despedida a diez metros del vehículo". En este sentido dijo que la pequeña "tiene un moretón en el cachete y algunos rasguños", en tanto ella misma tiene el cuello quemado por la intensa fricción del cinturón de seguridad y algunas hematomas.
"Dimos algo así como cinco vueltas dentro del auto, y cuando logré salir, no la encontraba... tuve que buscarla afuera hasta que la encontré sentada sobre una mata", siguió contando.
"Menos mal que cuando nos fuimos a la banquina el camionero frenó... y él fue quien me trajo a Julieta cuando no podía localizarla en medio de mi confusión", enfatizó.
Indignada, Monasterolo agregó que el desaprensivo conductor siguió su camino, en tanto el camionero se detuvo y les brindó su atención durante los minutos de mayor incertidumbre.
El rodado que conducía la periodista "reventó una cubierta delantera y una trasera, el parabrisas y la luneta, y yo en las vueltas arranqué completa la puerta del acompañante", de acuerdo con su relato.
"Si ven cómo quedó el vehículo y como están mis hijos, realmente es un milagro", concluyó la periodista.

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