Así lo manifestó el secretario general del Sindicato de Judiciales, Francisco Gómez, aseverando: “la verdad que no me parece correcto tener que expresar si estoy de acuerdo o no con el empréstito que propone el Gobierno Provincial, prefiero decir que estoy preocupado, más que de acuerdo o en desacuerdo”
Es que el pedido que mañana harán público el gobernador y el ministro de Economía sobre un nuevo endeudamiento de 200 millones de dólares coloca a los trabajadores en una situación comprometida, teniendo en cuenta que el pedido del empréstito se realiza para garantizar, fundamentalmente, el pago de salarios a estatales. “Sería como tener que decir si estamos de acuerdo o no con cobrar nuestros sueldos, cuando es algo sobre lo que no debería haber ninguna discusión”.
Señaló también que “el debate no debe ceñirse solamente a esa cuestión, debe ser mucho más amplio, y debe comenzar a partir de preguntarnos el por qué de este presente en la provincia de Santa Cruz. Hacerlo significa tener que debatir sobre el pasado más inmediato de nuestra provincia, y que en los últimos veinte años tiene al partido gobernante como principal protagonista.
“Revolucionarios de cuarta”
Cargando contra un grupo particular de diputados señala que “aparecieron unos revolucionarios de cuarta que pretenden tomar el poder de una manera muy antidemocrática, es decir a través de un golpe institucional. Si hay algo que queda claramente reflejado es que a través de esta metodología aplicada para ahogar al Ejecutivo provincial con la idea de llevar las cosas al límite de inducir la renuncia del gobernador, ya sea por presión popular o por decisión propia, pretenden tomar el poder casi a la manera de los militares hace décadas atrás, aunque ahora enmascarados de democráticos”. A estos personajes hay que enseñarles que al poder se accede por las urnas, no yendo colgados de listas sábanas para después traicionar el mandato social produciendo este tipo de golpes institucionales.
Los trabajadores santacruceños tenemos claro que si no existiera la Ley de Lemas y estos “revolucionarios de chequera en mano” tuviesen que ganarse los votos embarrándose los zapatos y poniendo la cara, hoy no estarían ocupando los cargos que ocupan”. “Por eso, ante este panorama sostenemos que en esta realidad también se juega el status de nuestra democracia. Los trabajadores, a pesar de los avatares que nos tiene como principales afectados, respetamos y defendemos las instituciones democráticas, y rechazamos el intento de golpe institucional que algunos desubicados pretenden dar valiéndose de mecanismos que justamente otorga la democracia”.
LA OPINION AUSTRAL
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