Recordando a Rosa Masias

A nuestra mamá...
A doña Rosa, como la conocía mucha gente. Qué difícil es hablar en pasado, porque para todos nosotros estás acá, en todas nuestras cosas, siempre presente, nunca cansada, dispuesta a lo que quisiéramos hacer u organizar, un festejo, una compra, una salida, siempre firme. Así te vamos a recordar, siempre mujer fuerte, maestra de la vida, gran mamá. Criaste a tus hijos prácticamente sola por circunstancias de la vida. Jamás nos hiciste faltar nada; por eso trabajaste tanto, toda tu vida, y lo valoramos siempre, y te lo decíamos que no nos alcanzaría la vida para agradecerte... y después con tus nietos y bisnietos, y acá hago una acotación personal, ya que fui la que te dio el último nieto, Luciano, al que malcriaste y cuidaste todas las veces que necesitamos, ya que te habías jubilado... Mamá, ojalá podamos ser el diez por ciento de lo que vos fuiste e hiciste por nosotros, por eso te honraremos toda la vida.
También agradecemos a las profe y compañeras de telar y bordado chino, al Centro de Jubilados del cual formabas parte y trabajabas feliz. A toda la familia y personas que se acercaron y nos siguen dando palabras de aliento. Nosotros, orgullosos de la mamá que nos tocó porque todo lo que sembró como persona se vio reflejado en el acompañamiento final, y eso nos reconforta, nos hace bien al alma saber que fue tan querida y respetada.
Muchas gracias!
Tus hijos Rosita, Gladys, Vivi, Nito
(hijos del corazón) Adelina y Manuel y familias