miércoles, 15 de diciembre de 2010
Trata de personas/ Jornadas de capacitación en Puerto Deseado
"La trata de personas es parte del crimen organizado"
Provincia, Nación y el municipio deseadense brindaron capacitación
Dos intensas jornadas de trabajo permitieron a distintos representantes de la comunidad deseadense tomar conciencia sobre la problemática de la trata de personas, sus causas y consecuencias. Profesionales de Santa Cruz y de la Nación coordinaron charlas sobre legislación y modalidades de trabajo.
La secretaria de Bienestar Social de la municipalidad de Puerto Deseado, Sandra Bahamonde valoró la participación de notables profesionales en dos jornadas de capacitación sobre trata de personas que se cumplieron el lunes y martes de esta semana.
Al referirse al tema, que tuvo amplia divulgación con la telenovela Vidas Robadas, en el año 2008, la funcionaria se preguntó si "existirá una Julieta Míguez (la protagonista, una joven secuestrada) en Puerto Deseado", y respondió que "sí, existieron casos, pero nosotros no los conocemos".
"Trata laboral es uno de los casos que más se registran en Deseado, y acá en Santa Cruz estamos en una provincia con un índice muy alto en la trata de personas", aseveró Bahamonde, destacando que existen, en el ámbito de la comuna, los departamentos de Protección de los derechos de niños y adolescentes y el de Políticas de género, para agregar que "tenemos que profundizar mucho más el trabajo para dar pasos correctos y no poner en riesgo a las víctimas".
En la Patagonia
La trabajadora social Cecilia Dalla cía, integrante de la oficina creada en el 2008 en el MInisterio de Justicia de la Nación señaló que el equipo está integrado por psicólogos, trabajadores sociales y abogados. "Trabajamos en conjunto con las fuerzas de seguridad y armar un dispositivo para poder participar en los allanamientos en los espacios donde puedan ser identificadas y rescatadas personas víctimas del delito de trata, sancionado y definido como un delito trasnacional de crimen organizado que tiene como principales víctimas a personas que son captadas y trasladadas de diferentes lugares, a nivel nacional e internacional, con los fines de explotación", explicó, acotando que "en la Patagonia lo más común es la explotación sexual pero también hay otras formas de explotación laboral que tanto en Puerto Deseado como en otras zonas de la provincia de Santa Cruz hemos comenzado a trabajar".
Sobre las características de estas maniobras delictivas, puntualizó que "una persona es captada, contactada en algún lugar, recibe algún tipo de oferta engañosa, no solamente sobre la tarea que va a cumplir sino a las condiciones en que va a cumplir ese trabajo, hay un traslado de una ciudad a otra y también hay medios, que son a través del engaño, la violencia y la coerción", mencionando en su enumeración de los factores que coadyuvan que "también existe la vista gorda que hacen organismos estatales, policiales y de las fuerzas de seguridad que permiten que esto suceda".
La psicóloga Josefina Bianchini, por su parte, aclaró que "en las entrevistas que hacemos en el lugar, difícilmente en un primer momento, una persona que consideramos que reúne algunos o todos los elementos del delito, se identifique como víctima del delito". "No solemos encontrar personas que desesperadamente quieran que las saquemos del lugar", advirtió.
Con respecto a los logros de la oficina, comentaron que "se ha logrado establecer modalidades para proceder, protocolos provinciales de intervención, cuestiones que han permitido construir un marco común en estos dos años". "Desde la sanción de la ley se ha rescatado a mil personas en situación de trata en el país", puntalizaron.
Derechos humanos
En diálogo con el programa radial Deseado Revista Ana Chávez , en representación de la Plataforma Interamericana de Derechos Humanos, sostuvo que desde esa entidad analizan que "a las mujeres en la migración económica se les da, en el sur, otro lugar", reclamando que "las mujeres necesitamos esta apertura de la masculinidad para que el empleo este más compensado". "No puede ser el prostíbulo el lugar de empleo, no puede ser el acto de sirviente una única posibilidad de empleo", subrayó.
Al referirse a estas capacitaciones dijo que "lo que está promocionando el Ministerio de Gobierno junto con los municipios es tratar de sensibilizar sobre esta parte del crimen organizado que es la trata, y la problemática de las relaciones de dominación cultural que tienen a la mujer en el lugar de objeto de consumo dentro del mercado". "La idea es crear una agenda de trabajo que permita desandar la impunidad y por otro lado tomar conciencia de la existencia de este crimen organizado que se sostiene en el consumo de seres humanos para poder restar ese consumo y poder generar nuevas normas y programas de trabajo que empiecen a reparar derechos conculcados", expuso.
Desandar el camino de la explotación
En este sentido consideró que es necesaria la intervención de la autoridad laboral para que la mujer que se dispone a migrar pueda corroborar la certeza del aviso o la convocatoria laboral. Chávez abogó por una articulación entre la Dirección Nacional de Migraciones y el Ministerio de Trabajo para evitar situaciones de engaño previas a la explotación.
"Si el sur es un lugar de destino, como lo es, y como lo demuestran todos los casos en que se han podido rescatar las chicas, como lo saben que es un lugar de explotación sexual, hay que desandarlo, hay que reconocerlo... lo peor sería no reconocerlo", reflexionó.
Replanteo de la masculinidad
Chávez, reconocida militante de los derechos humanos, enfatizó la necesidad de "plantearse un mayor ejercicio de la política pública para poder hacer una oferta real a las mujeres sometidas a violencia sexual a partir de la explotación sexual para que tengan un lugar donde poder ir a decir lo que les está pasando y permitirles que ingresen a un proceso donde puedan salir de una situación de dominación, pero libres de ser rehenes de los mecanismos probatorios de la justicia".
Al referirse a los clientes de la prostitución, consideró que "los varones se tienen que encontrar, y poder cambiar la historia de la masculinidad y del lugar que se les ha dado históricamente y también tienen que poner muchísimos límites al mercado para trabajar en las mejores condiciones, y trabajar con sus afectos, trabajar con sus quereres, y no separados de su familia".
"Nosotros, desde la PIDH insistimos mucho sobre la migración económica, y decimos que ninguna mujer nace para puta, y que si somos migrantes no somos putas, somos migrantes económicas", reiterando que "los varones tienen que repensar su masculinidad, y reclamar que se los dignifique, y no ser considerados como un caño de escape que necesita volcarse de vez en cuando en un objeto que seríamos las mujeres".
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