Pescado rabioso
Puerto Deseado fue una de las ciudades mas lindas de Santa Cruz, y todavía lo es.
Pero se ha endurecido. Se ha empobrecido.
Ha perdido aquella tradición que la distinguió otrora, ligada a una ganadería que ya no es, y el nuevo empuje que venía del mar; parece no haberse repuesto nunca de aquel día de furia que convirtió en jirones de humo y cenizas, por las que dicho sea de paso nadie ha pagado culpa alguna todavía, las esperanzas de tantos. Algunos sostienen que la actual decadencia comenzó ese día. Vaya uno a saber.
Las declaraciones efectuadas sobre fin de año por el diputado nacional Arturo Rodríguez, no dan demasiado pie al optimismo: “Los deseadenses tenemos que juntarnos a ver cuales son las expectativas, porque ¿qué pasa si en 2010 no hay calamar, como ocurrió en 2009?”.
La pregunta cae sola: ¿por qué tenemos tantas dificultades para implementar modelos productivos sólidos, duraderos, sustentables…?
Leemos: “La falta de fuentes de trabajo genuinas en la Provincia ha llevado a la administración pública provincial y municipal a absorber parte de esa desocupación como paliativo a la situación”. Seguimos: “Se reclama una ley de promoción industrial que contemple la potencialidad de los recursos patagónicos y se propone reglamentar la actividad extractiva de los productos del mar, tendiente a lograr valor agregado en factorías ubicadas en tierra.” En el mismo escrito se observa luego, como solución de fondo, el reclamo de la realización de proyectos de envergadura, como las represas del río Santa Cruz, el dique Los Monos y la planta elaboradora de urea en Punta Loyola, entre otros. Todo de estricta actualidad. Solo que estos fragmentos forman parte del texto entregado por los intendentes de la Zona Centro al presidente de la Nación Raúl Alfonsín, durante la conmemoración de los 100 años de Puerto Deseado, hace tan solo… 26 años.
Es cierto que al lado de los 300 años que algunos tardaron en reivindicar a Galileo, es poco. Pero decididamente, hay ejemplos que no deberían ser imitados.
Hoy, en el horizonte deseadense aparece la minería como factor económico cierto. Que no viene a desplazar a nadie, pero tal vez sea el momento de aprender de los errores del pasado e intentar construir esta vez, desde el vamos, una relación sana, franca y provechosa para todas las partes.
Sin sobredimensionar las expectativas, pero sin subestimar las posibilidades.
Después de todo, tal vez sea posible que el moro del oro y el pescado rabioso, puedan llevarse mejor de lo que todos nos imaginamos.
Joaquín Pérez
jperez@revistanucleo.com
1 comentario:
Coincido con el Sr. Joaquín Perez en casi todos sus dichos. Yo creo que lo que él circunscribe a Pto. Deseado habría que ampliarlo a toda la provincia. Se han desperdiciados muchos años de "viento a favor" para reconvertir la economía y generar actividades productivas.
Por desidia, incapacidad o interés, la administración pública sigue siendo la principal empleadora. Que expectativas de crecimiento puede haber de esa manera?.
Insisto, se ha desperdiciado una oportunidad histórica única: Cuando volverá a haber una administración nacional mas favorable a realizar inversión y cambios en Santa Cruz?. Estadisticamente son casi nulas.
Damián Kraser
Publicar un comentario