viernes, 19 de marzo de 2010
Por el asesinato de Rodrigo Remolcoy sigue el bloqueo de salidas en el edificio policial
Continúa la vigilia en Puerto Deseado
"Que salgan" desafiaron vecinos frente a la Comisaría
Este jueves podría calificarse como "el día en que no pasó nada" con respecto a la causa por el asesinato de Rodrigo Remolcoy, y sin embargo fue otra jornada intensa.
Las carpas instaladas el miércoles se mantuvieron y se incrementaron. Carteles y pintadas en distintos paredones de la ciudad reclaman a las autoridades judiciales y apoyan a los familiares del joven asesinado, y una manifestación de vecinos frente a la comisaría alborotó la tarde durante un par de horas.
Mientras los padres de Remolcoy intentaban, a través de un abogado local, encontrar algún vericueto legal para modificar la decisión de la Cámara, algunos políticos, entre ellos el diputado por pueblo Roberto Fernández, analizaban la situación con inquietud, aunque sin formular declaraciones públicas hasta el momento. Fernández estuvo presente durante un tramo de la movilización que se inició pasadas las seis de la tarde. También se observó la presencia del presidente del concejo deliberante, Raúl Mella y de la edil Nancy Alvarez. El día anterior había permanecido en el lugar el concejal Jorge Navarro.
Versiones son versiones
Según allegados a la familia, en la noche del miércoles el concejal Navarro habría comentado que podría emitirse una suerte de contraorden judicial revirtiendo el fallo de la Cámara. Este hecho no se produjo durante la jornada, produciendo impaciencia en los manifestantes, quienes al grito de "asesinos" reclamaban la salida de los acusados por el crimen.
Otra versión daba cuenta del posible arribo de alguna fuerza policial que facilitara el egreso de quienes se encuentran en libertad pero sin poder salir de la Alcaidía de Puerto Deseado, bloqueada por una carpa negra y vehículos estacionados sobre la calle Belgrano.
Desde la puerta
Cuando los ánimos comenzaron a alterarse, María del Carmen Paini -tía del asesinado- y otros familiares, decidieron ingresar al edificio policial, donde fueron atendidos por autoridades de la comisaría y la alcaidía, quienes ratificaron que los tres jóvenes estaban libres y en condiciones de salir. "Si nos vamos de acá, los largan, así que tenemos que seguir en este lugar haciendo guardia, a la espera de alguna orden de la justicia", reiteraron desde las escalinatas del recinto, donde podía observarse una guardia reforzada, notablemente superior a la habitual, cerca de la puerta que comunica con el sitio donde se alojan los detenidos.
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