Nuevos derrumbes de acantilados en Las Grutas
Una importante cantidad de material rocoso se desprendió durante el fin de semana de los acantilados de Las Grutas.
Aunque el derrumbe más importante fue el domingo en una zona entre la segunda y tercera bajada (en el mismo lugar en el que hace dos años se registraron caídas) también se detectaron desprendimientos en la bajada de "los acantilados".
Afortunadamente en ninguno de los casos las rocas desprendidas causaron accidentes entre ocasionales bañistas o transeúntes que circularan por la playa.
El material desprendido fue evidenciado por vecinos del lugar, que dieron aviso a las autoridades que se encargaron de bordear el àrea en la cayeron las piedras con una cinta, alertando acerca de la peligrosidad de acercarse a la zona. Ayer, según lo que informaron desde la secretaría de Medio Ambiente, realizarían un 'tosqueado' en la franja de acantilados en los que se produjo el derrumbe, para provocar la caída de rocas que podrían haber quedado sueltas y evitar nuevos desprendimientos naturales.
El material caído, en tanto, sería dejado al pie del frente rocoso para que por la acción de las mareas se acumule arena y se cree una suerte de contención natural para frenar el impacto del oleaje sobre los acantilados, aunque de ser necesario se fragmentaría parte del material caído, para liberar el paso por la costa.
"El sector desgranado estaba completamente húmedo, y había fragmentos como amarronados, por eso presumo que en ese lugar se registran filtraciones cloacales que van socavando la estructura y que por esas grietas entró una gran cantidad de agua durante las últimas lluvias, que precipitaron el derrumbe" expresó ayer Jorge Sánchez Pino.
Sin embargo el funcionario reconoció que todavía no se pusieron en práctica las medidas de control sobre la franja de acantilados recomendadas por los técnicos que el 23 de octubre del año pasado presentaron un informe sobre el tema. Este análisis, efectuado por el laboratorio de oceanografía costera de la Universidad Nacional de La Plata" aconsejó como medidas de control realizar recorridas por el frente costero registrando la ubicación de bloques con potencialidad de colapso, cada cuatro meses de marzo a noviembre y cada 15 días de diciembre a febrero, apuntando la posición geográfica medida con GPS de los bloques, y tomando fotografías de frente y costado de los sectores bajo observación para constituir una base de datos que sirviera para realizar estudios posteriores.
Rio Negro
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