Dirigente gremial de STIA quiere evitar un conflicto social en Deseado

Fracasó negociación salarial pesquera
Dirigente gremial advierte que "esto no se arregla con un conflicto social"

El secretario gremial de STIA, José Aguilar, reconoció que no pudo lograrse un acuerdo entre los empresarios y los sectores del trabajo por no contar con el aval de los delegados de las plantas pesqueras.
"No tuve el mandato de los delegados y de la gente, quienes me comunicaron que no aceptaban el incremento de cuatrocientos pesos no remunerativos, por lo que notifiqué al gobierno y a los empresarios que habrá que reunirse en Puerto Deseado o en Río Gallegos", aunque aclaró que en ese encuentro deberán participar "los representantes de los trabajadores, para que puedan escuchar al gobierno y a las empresas la real situación". "Acá parece que yo estoy mintiendo, pero ellos saben que nunca les mentí, y cada vez que pasan por el cajero ven los logros", aseveró.
"Hoy me dijeron que no, así que tendrá que ser otra persona la que se siente a negociar con los empresarios, porque todo tiene un límite", dijo el dirigente gremial, quien se sintió "defraudado porque han desconfiado de mí y de mi esfuerzo", instando a que "busquen a otra persona para que esté frente al gremio". "Nunca hemos jugado a las escondidas", insistió Aguilar, recordando que "tenemos una actividad que está en riesgo, y si se cae, se va a caer toda una comunidad". "No sé si entrando en un conflicto social se va a arreglar esto", advirtió, para recalcar que "con un conflicto no se va a arreglar nada", aclarando que "no voy a poner en riesgo la actividad ni la comida de los compañeros... no me voy a poner al frente de esto de pedir locuras".
Aguilar reflexionó que "a esta actividad hay que cuidarla mucho, porque está en el peor momento de la historia", señalando que "en ningún lugar del país se logró un incremento como este en la actividad pesquera".
"Yo sé que está trabajando gente infiltrada en el gremio, gente que quiere generar malestar en la comunidad", denunció. "No firmé ningún acuerdo porque no soy garca, no soy traicionero", ratificó.
A consecuencia de esta negativa del Sindicato de la Alimentación no se logró firmar el acta de acuerdo que se esperaba concretar en la reunión realizada en la Casa de Santa Cruz. Las empresas habían aceptado un aumento salarial de doscientos cincuenta pesos, y tras la insistencia del gremialista Aguilar llegaron a un techo de cuatrocientos, pero sus representados insistieron en llegar a un incremento de quinientos pesos.
Las conversaciones entre los distintos actores involucrados en la actividad pesquera y portuaria continuarían el próximo miércoles.