Myriam Alonso/ Avanzan gestiones para eliminar arsénico del agua corriente

Concejal de Puerto avanza en gestiones con SPSE
Reducirán el nivel de arsénico en el agua

Desde hace cinco años, al conocerse estudios de empresas privadas, distintos sectores de la comunidad deseadense comenzaron a manifestar su preocupación por el alto nivel de arsénico en el agua de consumo que se distribuye por la red urbana.
En el 2006, el entonces presidente del Concejo Delibrante, Ramón Alí, admitía que "nos han dado los datos del pozo de Tellier, con un 0,40%, hay un estudio del Laboratorio Pasteur con un 0,74%, y va fluctuando mucho en cuanto a las medidas". "Hay días en que nos llama la atención, que son alarmantes, porque llegan a los límites que permite la Organización Mundial de la Salud o el Código Alimentario nuestro, y otros días hay una diferencia de un 70 u 80%", señaló en ese momento.

Ambientalistas
En el 2008, el ambientalista Eduardo D'Elía dijo a esta corresponsalía que "uno de los problemas más importantes en Santa Cruz es la calidad de agua de distribución urbana, principalmente en Puerto Deseado y en Tellier por el alto contenido de arsénico".
En esa oportunidad, D'Elía mencionó una reunión sobre el tema con el gobernador Daniel Peralta. "Le planteamos toda la problemática de toda la provincia, incluyendo el tema de Deseado y Tellier, y nos derivó a distintos ministerios, secretarías y entes descentralizados con los cuales venimos manteniendo reuniones hace aproximadamente un mes", comentó.

Por arriba del índice
Cuando comenzó a discutirse esta cuestión, quien era titular de Servicios Públicos, el ingeniero Luis Barletta, en una conferencia de prensa informó que "en Puerto Deseado el agua se obtiene de pozos tanto en la parte más vieja de los manantiales como en pozos situados en el 20 en el 30 y ahora en el 40". "El agua de pozo tiene la particularidad en esta zona de tener arsénico (permitido hasta 1996 por el Código Alimentario Argentino hasta 0,1 parte por millón, ppm). Ahora el índice permitido es de 0,05 ppm, y estamos por dos puntos arriba de ése índice, entre 00,06 a 0,09 ppm, pero eso no significa que el agua no sea potable ni que ése valor sea nocivo para la salud de los habitantes, ya que es admitido para el agua mineral, que también se saca de pozos y por su composición geológica tiene arsénico, permitido por el CAA hasta 0,2 ppm”, reconoció.
En esos momentos -año 2006- Barleta mencionó dos proyectos para resolver esta problemática: “Uno a mediano plazo, abasteciendo la localidad con el agua del Dique Los Monos y el otro, a corto plazo, es la Planta de Osmosis Inversa, desalinizando el agua para bajar los niveles de arsénico”. Ninguno de ellos se concretó.

Nueva preocupación
En el año 2009 esta problemática volvió a tomar estado público, cuando se conocieron nuevos análisis de laboratorio que ratificaban los originales. A partir de allí, la concejal Myriam Alonso decidió entrar en contacto con distintos entes oficiales y privados relacionados con la cuestión.
Los técnicos del Centro de Ingeniería Sanitaria y Ciencias Exactas de la Universidad de Rosario les brindaron información sobre un sistema que ha resultado exitoso para reducir o eliminar el arsénico en el agua. Posteriormente se requirieron varios exámenes a Servicios Públicos, tras lo cual la empresa remitió la documentación solicitada y todo se puso en conocimiento de la Universidad rosarina.

Presupuesto
"La Universidad nos envió un presupuesto donde se detallan los costos y estudios, con la financiación que teníamos que conseguir", destacó esta semana la concejal Alonso, puntualizando que "desde SPSE nos aprueban este presupuesto y vendrían los técnicos a hacer todos los estudios, para poder empezar luego con la planta propiamente dicha".
En este contexto dijo que "una vez que estén todos los estudios previos y sean favorables, el gobierno nacional nos daría la solución de la planta a través del Ministerio de Planificación Federal".
Los estudios previos, próximos a realizarse, tienen un costo aproximado de treinta y cinco mil pesos.
Con respecto a los plazos probables de construcción de la obra, la concejal Alonso prefirió no arriesgar datos o fechas. "Soy muy ansiosa pero prefiero ser prudente y no despertar falsas expectativas", concluyó.