EL ORDEN DIGITAL

viernes, 12 de septiembre de 2014

SUCEDIO EN COMODORO RIVADAVIA/ Cobró 850 mil pesos en un banco y diez minutos después lo asaltaron en su casa


Un hombre de 73 años que vendió una propiedad, cobró ayer al mediodía 850 mil pesos en la sucursal centro del Banco Macro. El comprador del inmueble, un comerciante, lo trasladó en camioneta desde la escribanía al banco y luego lo dejó en su casa para que no caminara con tamaña suma de dinero. A los 10 minutos de haber llegado a su vivienda junto a una persona que lo acompañaba, dos encapuchados ingresaron a su hogar, en el pasaje Argentino, situado en Pellegrini al 900 y se llevaron el bolso con el dinero.
Viernes 12 de Septiembre de 2014
Con las manos vacías. El jubilado de 73 años fue asaltado en su vivienda diez minutos después de haber retirado el dinero del banco.
“Me entraron y me afanaron”, resumió a Diario Patagónico minutos después de haber sido asaltada la víctima de un robo que de acuerdo con lo que investiga la policía configuraría una “salidera bancaria”.
“Este es alguien que me bocinó, porque yo vine del Macro hasta acá. Me trajeron en coche hasta acá”, narró el hombre que pidió preservar su nombre, quien sufrió el robo de 850 mil pesos que acababa de retirar de la sucursal bancaria de San Martín al 800.
El robo ocurrió alrededor de las 12:45, pero tanto el damnificado como la persona que lo acompañaba lograron liberarse de las ataduras y salir de la vivienda pasadas las 13.
“Estábamos en la casa los dos, hacía diez minutos que habíamos llegado. Nos estaban esperando, es decir, que ellos vieron todo el movimiento. O alguien les dijo del Banco Macro. Fueron directamente al bolso, nos agarraron, nos tiraron al piso, nos ataron a los dos. Me ahorcaban y no me dejaban respirar”, narró.
La víctima es un jubilado de 73 años, conocido en el ambiente publicitario de Comodoro Rivadavia. El violento asalto ocurrió en pasaje Argentino al 300, ubicado a la altura de Pellegrini al 900 entre San Martín y Sarmiento, en pleno centro de la ciudad.
Le contó a este diario que vendió una propiedad y que desde la escribanía fue llevado en camioneta al banco por el mismo comprador, un conocido comerciante. Y que desde allí luego recorrieron las cinco cuadras que lo separaban del departamento.
“FUE UNA ENTREGA”
“Esto fue una entrega total, ahí en el banco, los cajeros, alguno de ellos. Fue muy rápido. Es muy evidente. Venimos de la escribana. Encima el que me compró el departamento nos llevó hasta el banco y del banco nos trajo hasta acá en la camioneta para que no viniéramos caminando. El banco nos dio la plata”, denunció la víctima.
En el lugar intervino personal policial de la Seccional Primera y levantó los primeros datos. Incluso se logró entrevistar a un transeúnte que aportó detalles importantes para la causa. En el caso también intervino personal de la Brigada de Investigaciones y Policía Científica.
Los asaltantes ingresaron a la vivienda con sus rostros cubiertos con pasamontañas. Empujaron la puerta de ingreso al departamento donde estaban los dos hombres y tras intimidarlos y golpearlos los hicieron tirarse al suelo. La víctima contó que fue puesta boca abajo y no alcanzó a ver si lo apuntaban con algo, pero sí que lo ahorcaban para que entregara el bolso con dinero.
Los asaltantes que tenían aspecto de ser de contextura física grande fueron directamente en busca del bolso. “Nos ataron a los dos y salieron corriendo”, explicó.
Los hombres maniatados lograron salir recién después de varios minutos de la casa, pasadas las 13 y dieron aviso a la policía.
Un transeúnte logró tomar la patente del vehículo en el que escaparon los encapuchados y de ese modo la policía comenzó a trabajar con ese dato. Al cierre de esta edición, el vehículo era intensamente buscado por todas las dependencias policiales.
SIN CAMARAS EN CALLE PELLEGRINI
Ayer se revisaban las cámaras del Centro de Monitoreo en el centro de la ciudad para establecer el recorrido del automóvil y poder identificar a sus ocupantes.
Aunque en ese sector de la calle Pellegrini, según denunciaron tiempo atrás los comerciantes, no hay cámaras de monitoreo pese a ser una de las zonas más transitadas y estar ubicada en el corazón del centro.
“¿Qué pasó? Un entregador hubo acá”, dijo una señora cuando se acercó a la policía y a las víctimas. “No puede ser”, se quejó.
La víctima al ser consultada por si había comentado a alguien sobre la venta de la propiedad dijo que no le había dicho nada a nadie.
Una de las medidas que adoptó el hombre para pasar desapercibido fue llevar el maletín de una videocámara para transportar el dinero. 

DIARIO PATAGONICO

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