Finalmente, en un operativo coordinado por la Prefectura Naval Argentina conjuntamente con operadores y embarcaciones privadas, concluyó este jueves un ciclo de más de dos décadas en las que un barco abandonado descansó en el lecho de la ría, contiguo al muelle auxiliar de Puerto Deseado.
Cabe recordar que en el 2011, el l Gobierno provincial, a través del Ministerio de la Producción, informó que había sido aprobado el Convenio de Cooperación suscripto con la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables, dependiente del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, con el objetivo de financiar la remoción del casco y el desguace del buque de bandera norcoreana YUNG YI 21 hundido en el muelle auxiliar de Puerto Deseado el 21 de julio de 1992.
Planificación Federal
El entonces ministro de la Producción, Jaime Álvarez -actualmente integrante del equipo del Ministerio de Planificación Federal- formuló el anuncio acompañado por el secretario de Estado de Transporte de la Provincia, Daniel Álvarez, y el secretario de Transporte de la Nación, Juan Pablo Schiavi, informando que el monto de este movimiento era de $ 5.252.816,80, estableciéndose como responsabilidad de la cartera productiva de Santa Cruz ejecutar toda la actividad necesaria para la contratación y provisión de los bienes y servicios, además de poner a disposición los espacios de muelle y tierra que resulten necesarios, ubicados dentro del predio portuario de la Unidad Ejecutora Portuaria de Santa Cruz (UNEPOSC).
Abandono
La declaración de abandono del barco norcoreano se dispuso en el mes de abril de 1996 y los trabajos de remoción incluyen los restos que se encontraban hasta esta semana alojados en el muelle auxiliar – sitio 7, del puerto de Puerto Deseado, la liberación del espejo de agua mediante la remoción del casco y restos hundidos, lo que constituyó durante veinte años un obstáculo e incrementaba el riesgo para la navegación en el canal de acceso al muelle.
El titular de la Prefectura Puerto Deseado, Prefecto Germán González, informó ayer que los restos del barco hundido fueron trasladados al dique seco de la empresa COSERENA para su desguace final, culminando felizmente un largo ciclo muy esperado por los operadores portuarios de la ciudad.
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