viernes, 26 de abril de 2013
OPINAN NUESTROS LECTORES/ Una antinomia más: “Roca sí o Roca no”
En la edición del semanario “El Orden” del pasado 12 de abril, pude leer con sorpresa y mayor satisfacción la nota del vecino René Esteban Arias, (en la cual coincido en un cien porciento), refiriéndose a la denominación de la calle Bayer en reemplazo de Julio Argentino Roca.
Tal cual él manifiesta, yo tampoco soy ni historiador, ni profesor, no ostentando otro título que el de Perito Mercantil, siempre me ha gustado indagar en nuestra historia Argentina, muy en particular la de nuestra Patagonia, territorio de Santa Cruz y la de nuestro pueblo. Esto me llevó, desde hace mucho tiempo, a seguir atentamente al Presidente Roca en su accionar más allá de la tan mentada Campaña del Desierto. Más aún, desde que el historiador Osvaldo Bayer lanzara su prédica anti roquista, contando para ello con un gran apoyo logístico del Gobierno Nacional (Gobierno al cual adhiero pero no en este caso) e instalando una antinomia más, como si tuviéramos tan pocas los argentinos: “ Roca si o Roca no”.
En este caso me limitaré a enunciar qué acciones o qué decisiones llevó adelante el dos veces Presidente argentino, durante su gestión, que favorecieron a Puerto Deseado.
Al asumir su primera Magistratura en 1880, Puerto Deseado era sólo una comarca poblada por el viento. Pero a partir de 1881 por decisión del Gobierno Nacional esta situación comenzaría a revertirse al instalarse en la margen sur de la Ría la Subdelegación Marítima de Puerto Deseado, lográndose así el primer asentamiento permanente, sirviendo como hecho anecdótico la radicación de la primer mujer blanca: Doña Eufrasia Arias, futura pobladora de la estancia El Pajonal.
En el año 1883, el Gobierno Central encomienda al comisario de las colonias de la Patagonia, Capitán Antonio Oneto, un viaje de inspección y estudio de la región con el correspondiente informe respecto a las posibilidades de instalar una colonia pastoril en los campos aledaños a Puerto Deseado. Creándose una colonia pastoril el 15 de julio de 1884. Contó para ello con el apoyo inestimable de la Subdelegación Marítima ya instalada en 1881. Y en ese mismo año se sanciona la ley 1532 creándose el Territorio Nacional de Santa Cruz. En los primeros días de enero de 1885 arriban al mando del Mayor Laciar los primeros animales provenientes del Gral. Conesa prometidos a los colonos por el Gobierno Nacional.
Al finalizar Roca su mandato en 1886, asumía el Dr. Juárez Celman, estando entre sus primeras medidas en setiembre de 1887, disolver la joven Colonia Pastoril.
Al asumir su segunda presidencia Julio Argentino Roca en 1899, uno de las primeras medidas fue la de refundar Puerto Deseado el 19 de diciembre de ese año. Dispone entonces las gestiones necesarias para que se establezca un pueblo, ya que hasta entonces había solamente un poblamiento rural pero no urbano. A Don Carlos Burmeister, naturalista viajero de la Dirección Nacional de Agricultura y Ganadería, se le encomienda el trabajo de elaborar un informe sobre las tierras y determinar la ubicación para fundar un pueblo. El informe es publicado en 1900, recomendando la margen norte para la implantación de un poblado. Finalmente el 31 de marzo de 1903 el Gobierno Nacional decretó la aprobación para la ubicación y subdivisión del pueblo de Puerto Deseado y comisionó al ingeniero Joaquín Sirven para que efectúe su trazado sobre el terreno. En febrero de 1905 Sirven eleva el informe dando cumplimiento al trabajo encomendado y adjunta el primer censo del poblado.
El 24 de enero de 1902, y dentro de la gigantesca obra comunicacional de instalación del Telégrafo Austral entre General Conesa (R.N.) y Cabo Vírgenes (T.S.C) con 2126 kilómetros de cableado y 27 estaciones de Correos y Telégrafos, nuestra pequeña localidad se veía privilegiada con este modernísimo sistema de comunicación, saliendo así de un injusto aislamiento desde su fundación en 1884.
El 1º de mayo de 1903, consecuencia de la política de acrecentar el desarrollo de los Territorios Nacionales, y asentar la soberanía nacional se inaugura el Faro de la Isla Pingüino, convirtiéndose en uno de los más antiguos de la costa Argentina. Además de asegurar la navegación, se construyeron dependencias como casa habitación, semáforo, casetas y galpones. Fue el primer poblamiento de la isla.
Ezequiel Ramos Mexía, siendo ministro de agricultura de Roca, comenzó en 1901 a trazar un plan para ocupar, poblar y sobre todo para establecer definitivamente nuestra soberanía sobre territorio patagónico. Base de lo que sería en 1908 la promulgación de la ley 5559 de Fomento de los Territorios Nacionales.
Por todo lo arriba enunciado en el año 1919, la Comisión de Fomentos, después de una minuciosa fundamentación, le da el nombre a esta calle en reconocimiento al accionar político del dos veces Presidente de la Nación Argentina, y por los logros obtenidos para nuestro pueblo durante sus dos gestiones de Gobierno, logrando así el poblamiento definitivo de una parte olvidada del Territorio Nacional.
Entonces hoy me surgen varias preguntas: ¿era necesario y justo terminar abruptamente con 93 años de denominación de la calle Julio Argentino Roca, cambiándola por la de una persona que jamás pobló, ni vivió, ni promovió acciones de progreso para nuestro Pueblo? ¿Debería haberse debatido este tema tan controvertido? ¿Haber consultado a los vecinos que se verán perjudicados con todo el trámite administrativo por el cambio de denominación de la calle? ¿Haber pasado por la Comisión de Toponimia Urbana, integrada por personas del vasto conocimiento en la materia, ajustándose a una serie de condiciones que debe tener la persona con cuyo nombre se designará una calle, conforme lo indica la ordenanza municipal?¿Se sentirá el Sr. Osvaldo Bayer merecedor de esta distinción?
Sin duda fue una decisión muy apresurada. Roca, como tantos prohombres de nuestra historia patria, ha sido denigrado y aclamado. Mi intención no es hacer una apología o agravio de su figura, pero sí, rescatar los hechos de su política de gobierno que facilitaron el poblamiento del lugar en el que hoy habitamos convirtiéndola en un hito más de Soberanía en nuestra Patagonia.
RICARDO ALEJANDRO VAZQUEZ
DNI N° 8.355.361
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