Francisco Sevilla, psicopedagogo, recomienda diagnóstico profesional y más horas de sueño
El
licenciado Francisco Sevilla, quien dictó un curso sobre trastornos del
aprendizaje en Puerto Deseado y otras localidades, sostuvo que " en
estos momentos que vivimos en una etapa donde los estímulos visuales son
los que más perduran, auditivos también, sin embargo en la educación
trabajamos muy poco lo sensorial, y lo sensorial es vital por ejemplo
para adquirir la lectoescritura y prevenir problemas de dislexia que son
los casos de niños o niñas que confunden letras, alteran silabas,
alteran palabras, leen en espejo". Advirtió que "hay que tener cuidado
cuando se dice que un niño es hiperkinetico, impulsivo o tiene déficit
atencional. En realidad lo que uno debiera ver es si en esa persona en
distintos momentos se sostiene esa conducta y si en distintos ámbitos
perdura esa conducta".
500.000 chicos medicados con anfetaminas
En
declaraciones al programa radial Deseado Revista, indicó que la mirada
que plantea "es socio educativa, psicopedagógica, en contraposición a
una mirada de medicalización que existe en la Argentina actualmente
donde hay prácticamente más de 500.000 chicos en el país medicados con
anfetaminas, que es un modelo que cuando es solo abordado desde ahí,
resulta llamativo". "Tiene que haber un modelo que lo abarque desde lo
socio educativo, psicopedagógico para ver si existe la posibilidad de la
medicalización pero en realidad son muy pocos los chicos, situaciones
extremas, donde esto ocurre. Y no es lo general", reflexionó.
En
este contexto, recordó que "Argentina es el país de Latinoamérica que
más niños en edad escolar tiene medicados con ritalina, que es el nombre
comercial de uno de los medicamentos que tiene anfetamina, que lo que
hace es condicionar los estímulos nerviosos para lograr que el sistema
nervioso se mantenga relajado pero condicionado por un medicamento, una
droga y esa persona no manifieste lo que el cuerpo necesitaría
manifestar como inquietudes, en estos casos los problemas de atención".
Subrayó que "hay que abordarlo de forma integral. Esos problemas pueden
ser o no por un daño orgánico, hay que descartarlo con un neurólogo,
pueden ser o no por una conducta referida a la personalidad, en este
caso intervendría un psicólogo o psicóloga o puede ser por una falta de
atención que es lo primero que se precisa para tener concentración en el
estudio y que tiene que ver con los estímulos que usa un docente
pedagógicamente. Ahí interviene un psicopedagogo". Instó a los padres a
que "siempre consulten en primer lugar al profesional de cabecera, que
es el pediatra. El pediatra es el primero que conoce al niño desde que
nació, lo atiende. Después el pediatra determinará qué actitud tomar".
Diagnósticos profesionales
Con
respecto a los juegos infantiles y los tiempos de los niños, dijo que
"hay muchos papas que buscan una diversidad de actividades para mandar a
sus hijos para tenerlos ocupados y el lugar del juego y del ocio no
existe nunca, cuando en realidad es un tiempo que también debiera estar.
Lo otro es cuando el niño, la niña, el adolescente, plantea tener
muchas actividades porque motrizmente necesita estar activo. Eso debiera
llamar la atención, y está planteado desde el niño".
Ante
la tendencia a dar diagnósticos prematuros o sin fundamentos propuso "a
los padres sobre todo, y los docentes, que hay que observar a las
personas y reitero, cuando este tipo de conductas se sostienen en el
tiempo, se mantienen no sólo en la escuela, en la casa, en el club, un
chico que por ejemplo hace catequesis, que va a scout, o chica que
participa de otras actividades. Si esas conductas son repetitivas uno
podría inferir que es una persona que tiene alguna desatención pero
rotular con déficit de atención, discalculia, dislexia, sin tener la
intervención de un profesional, con un diagnostico diferenciado es
peligroso. Por eso hay que tener cuidado. Los rótulos a veces nos marcan
mucho".
El
profesional otorgó importancia a "algunas recomendaciones de carácter
socio educativo que tienden a hábitos de alimentación y de descanso".
"El primero -planteó- es que hay que tener una buena alimentación con el
primer alimento diario importante. El desayuno es clave en un niño o un
adolescente y también en un adulto porque si uno no desayuna
correctamente a media mañana, la capacidad de concentración en el
estudio o en el trabajo llega a una meseta que empieza a decaer
plenamente".
Déficit de sueño profundo
Sevilla
destacó, asimismo, la necesidad del descanso ordenado al puntualizar
que "las horas de sueño están determinadas entre 7 y 9 horas para niños y
adolescentes, también para adultos. Algunos niños depende la edad
escolar si son sala de 3 o jardín maternal por ahí necesitan más horas
todavía pero de un sueño continuo". Puso como ejemplo que "hay chicos
adolescentes que dicen que se acuestan a las 3 de la mañana y se
despiertan a las 7 porque estuvieron jugando con la tablet o lo que
fuera y después duermen una siesta de 4 horas pero eso no sirve, porque
eso rompe la continuidad de un sueño profundo, que es necesario porque
el sueño profundo lo que hace es limpiar memorias a corto plazo". "El
sueño profundo permite consolidar memorias a largo plazo y en la niñez y
hasta los 14 años aproximadamente permite la producción de una de las
hormonas fundamentales que es la hormona de crecimiento que se genera en
el sueño profundo. Esto no lo digo yo que soy psicopedagogo, lo dicen
los neurólogos que son los que estudian", concluyó.