Llegué a Puerto Deseado en la búsqueda desesperada de una respuesta por
la desaparición de mi hijo. Hoy, siete años después, reclamo justicia por su
asesinato.
Jesús vino a este pueblo con la esperanza de un futuro mejor. A la
distancia y por teléfono mi hijo me llamaba con frecuencia para contarme lo
hermoso que era este pueblito del sur, me hablaba de su tranquilidad y de que
en este lugar quería formar una familia.
El 16 de septiembre de 2007, escuché por última vez su voz. Esa misma noche alguien, a quien
todavía no puedo identificar con un nombre y una cara, le arrebató sus sueños,
su esperanza, su vida. Segura de que Jesús se comununicaría conmigo, esperé
impaciente que el teléfono sonara. Diez días después el teléfono finalmente
sonó. A miles de kilómetros recibí la terrible noticia de que mi hijo estaba
desaparecido.
Después de una intensa y larga búsqueda,el 4 de octubre, mi hijo, mi
Jesús, fue hallado completamente lastimado en la profundidad de la laguna de
prefectura. Desde el instante que me avisaron que Jesús había desaparecido , mi
vida se transformó en lucha por saber la verdad, por encontrar culpables y que
sean enjuiciados.
Quiero que Jesús descanse en paz, necesito que mi hijo pueda descansar
en paz.
Hace años que tengo un sólo propósito: que se haga justicia y que el
asesinato de mi hijo se esclaresca. Lo que le pasó a Jesús, le puede haber
pasado a cualquier hijo del pueblo. Por eso les pido que se unan a mi pedido y
se acerquen este sábado a las 19.30 Hs a las inmediasiones de la laguna de
prefectura, allí lo recordaré y pediré justicia junto a todos los que me
acompañen.
Olga Tejerina, mamá de Jesús López
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